El Convento de San Pablo en Palencia, declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de Monumento Histórico Artístico en 1931, fue fundado por la Orden dominica en 1219. Se trata de uno de los más antiguos de la Orden de Predicadores. Construido entre los siglos XIV y XVI, actualmente solo subsiste la iglesia de todo el complejo conventual.

De su interior cabe destacar el órgano sinfónico de caja neogótica, ubicado en la tribuna del coro alto y construido en el año 1898, cuyo estado de conservación y funcionamiento precisa de una restauración integral. Su peculiaridad y las características técnicas, constructivas y musicales del mismo lo sitúan como único, no sólo entre los órganos de Castilla y León sino de toda la organería peninsular, puesto que adopta un sistema nacido en Alemania solo utilizado por algunos organeros de finales del siglo XIX en Alemania, Inglaterra y Estados Unidos.

El estado de conservación, en general precario, se ha visto deteriorado en sus mecanismos, especialmente el pedalero y alguna de sus teclas; o por la oxidación de las piezas metálicas, con daños en la estructura como consecuencia del paso del tiempo y los agentes naturales de deterioro, e incluso algunas piezas se han torcido por los efectos de cambios climáticos de absorción y eliminación de humedad. Asimismo, han desaparecido parte de los tubos iniciales, presentando el resto deterioro. No obstante, y dado que la tubería de metal del órgano es de buena calidad, aun siendo generalizados los daños, resulta factible la recuperación de los tubos tras su restauración. Actualmente el órgano no se encuentra en funcionamiento debido a su estado de conservación.

Con esta intervención integral del órgano podrá recuperarse la totalidad de su funcionalidad y destinarlo a fines tales como su utilización como elemento integrante de un proyecto académico-formativo destinado a los estudiantes del Conservatorio de Música de la Comunidad de Castilla y León. La realización de estas prácticas académicas por parte de los alumnos del centro, así como la futura organización y realización de conciertos, conllevaría la reutilización y puesta en valor del órgano una vez restaurado, recuperando así su total funcionalidad. Ello contribuiría asimismo a posibilitar la preparación de futuros eventos culturales, visitas, conciertos etc., así como su inclusión en distintas propuestas e itinerarios culturales y musicales.

Fuente: Junta de Castilla y León