Bodas de Oro sacerdotales de fray José A. Martínez Puche
29 de junio de 2016Por la imposición de manos del Obispo Teodoro Labrador, el 12 de julio de 1966 eran ordenados sacerdotes en la capilla del convento de Torrent los diáconos Miguel Ángel Requena y José Antonio Martínez Puche. Tras la repentina muerte de Miguel Ángel en 2005, solo quedaba José Antonio de aquella primera ordenación después del Vaticano II.
El 27 de junio, cuando ya había recibido la asignación al convento de Almería, con residencia en la filial de Murcia, celebró la acción de gracias por los 50 años de sacerdocio, en la parroquia donde ha ejercido el ministerio sacerdotal desde que llegó a Madrid, en febrero de1980: la parroquia de la Virgen de la Paloma.
Con fray José Antonio concelebraron fray Paco Fassio, en representación del prior provincial ausente en Perú y como hermano-amigo personal, el párroco de la Paloma, Ángel el hermano sacerdote del celebrante, y otros sacerdotes dominicos y diocesanos, hasta catorce. Y un numeroso pueblo de Dios: amigos de la Orden, miembros de las comunidades neocatecumenales entre los que había muchos jóvenes catecúmenos de José Antonio, y amigos personales.
Como es lógico, la tónica de la celebración -en la Palabra de Dios, cantos, cuatro breves intervenciones fray Paco Fassio, Párroco D. Gabriel, Ángel y Candy Martínez Puche y la homilía- fue una acción de gracias a Dios por la vocación dominicana sacerdotal de fray José Antonio: solo a Dios el honor y la gloria. Y una presencia especial de la Virgen María, en la homilía y en un canto final, y del Padre Domingo en distintos momentos.
Un variado ágape fraterno, en el patio de la parroquia, ofreció la oportunidad de compartir impresiones y revivir recuerdos tan sabrosos como lo que, con gusto y trabajo, habían preparado en las mesas.