Unas setenta personas, buscadoras en su camino de fe, se han reunido durante cuatro días (del 2 al 5 de julio) en Montesclaros para nutrirse con la sabiduría de personas como Carme Soto, Andrés Torres Queiruga y Lucía Caram. Así como de las experiencias de los proyectos solidarios de inserción: Brumas-Plís, Cantáfrica, Sercade, Amoverse y la Fundación San Martín de Porres.

  La edición de este año ha ofrecido dos grandes apartados que se reflejan en el título “dichos y hechos”. Cómo hablar hoy desde la sensibilidad contemporánea en torno a Dios, por un lado. Y, por otro, cómo impulsar comportamientos solidarios de justicia, compasión y reparto de bienes en un mundo cruzado de pobreza y sufrimiento.

  Ha sido fundamental el diálogo y discernimiento entre todos para actualizar y ser más fieles a la Palabra que sigue viva.

  Los asistentes han rescatado la memoria de la experiencia de Dios que tuvieron las mujeres del Antiguo y del Nuevo Testamento. Constataron la invisibilización en los textos y en las comunidades de las mujeres, desde los primeros siglos y que llega hasta el presente. Se buscó que las palabras y la idea de Dios, revelada por Jesús, sean coherentes. Esta sintonía urge a cambios en la liturgia, la pastoral y el compromiso social.

Queremos ponernos a la escucha de Dios a través de la oración para que descubramos que impulsa nuestro ser al bien y al de las personas que sufren

  En el encuentro se han destacado las experiencias de los colectivos que trabajan en la inserción laboral de inmigrantes y de personas en exclusión porque han creído en la Palabra y han pasado del dicho al hecho. Entienden el Evangelio encarnado. Somos las manos de Dios y para ponernos en acción es imprescindible el diálogo que nos abre la mente y nos ayuda a conocer a los/as demás y vencer los prejuicios.