La fiesta de San Vicente Ferrer vuelve a las calles de Valencia y a la casa natalicia del santo
27 de abril de 2022Tras dos años sin celebrarse con la alegría y despliegue acostumbrados, la fiesta del dominico más querido y admirado en la Comunidad Valenciana ha vuelto a vivirse en la ciudad y en especial en su casa natal.
El domingo 24 de abril, víspera de la fiesta de San Vicente Ferrer, tuvimos la misa cantada ofrecida por el altar de la calle del Mar, que es el que se congrega en torno a la casa natalicia. La iglesia de la casa que vio nacer al santo valenciano se vio colmada por los miembros del altar y allegados, al igual que un grupo de infantes del Colegio de niños huérfanos de San Vicente, fundado por el mismo santo. Terminada la eucaristía, se entregaron las medallas a los nuevos miembros del altar y salimos en procesión por el barrio con la hermosa imagen que custodia el altar. Terminada la procesión, en la plaza de Tetuán, a escasos metros de la iglesia, continuó la celebración en honor al Santo con bailes típicos y la realización de una representación de milagros del mismo. Estas representaciones son pequeños sainetes en los que se hace referencia a hechos milagrosos atribuidos al Santo y que gozan de gran popularidad. Se hacen en varios altares por la ciudad y la comunidad valenciana. Estuvo a cargo de los niños del colegio.
El lunes 25, tuvimos una gran afluencia de fieles y visitantes de Valencia y alrededores. Un día intenso que acompañó el buen tiempo y las ganas que tenían todos de volver a celebrar la fiesta. Tras la misa en lengua valenciana, se hizo la tradicional ofrenda floral al Santo, en la que participan gran cantidad de comisiones falleras y de altares. Este acto se cierra con la ofrenda de la honorable Clavariesa de las fiestas vicentinas y su corte de honor. Por la tarde, durante en la procesión mayor que inicia y termina en la catedral, el obispo auxilar emérito D. Esteban Escudero, en representación del arzobispo-cardenal, y acompañado por el cabildo metropolitano, hizo una pequeña estación en nuestra Iglesia. Acto seguido, celebramos la eucaristía con la que dimos por terminada la jornada vicentina.
Damos gracias a los que lo han hecho posible con su colaboración desinteresada y a los que nos han acompañado.
La predicación de san Vicente que no dejaba indiferentes a los que le escuchaban, sigue siendo motivo de alegría y de esperanzas para todos.
Fr. Antonio Heredia, O.P. y Fr. Diego Rojas, O.P.