Fray Germán Pravia de Uruguay, fray Hernán Benítez de Paraguay, fray Ignacio Castro de Chile, fray Xavier Méndez de España y fray Lucas Ramírez de Guatemala, dieron un paso más en la profundización del carisma dominicano, recibiendo este signo externo de su consagración y entrega amorosa a la vocación que han recibido de Dios, de entregar su vida en la construcción de su Reino, desde la Orden fundada por Santo Domingo de Guzmán

La toma de hábito se realizó dentro de la Eucaristía dominical y fue presidida por el prior provincial, fr. Jesús Díaz Sariego. En ella los novicios, uno a uno, fueron llamados personalmente para luego hacerles la pregunta “¿Qué nos pedís?”, a lo que ellos respondían “La misericordia de Dios y la vuestra”. En la liturgia de la Palabra, fray Jesús los exhortaba en su homilía a poner especial atención en la llamada que el Señor hacía en las lecturas del día, es decir, a profundizar en su vocación profética, pues “nosotros como Dominicos, somos herederos de una tradición que busca la huella de Dios en el mundo, especialmente en las situaciones en las que el pecado la ha ensombrecido”.

Por eso, el hábito es un signo del compromiso de ser anunciadores de la Gracia y la Misericordia de Dios, esa misericordia que los dominicos piden a Dios y a los hermanos, y que al mismo tiempo se comprometen a brindar a todas las personas. Especialmente en el año del noviciado, en el que los novicios hacen un encuentro íntimo y personal con Dios para “contemplarlo” y dar a los demás “lo contemplado”.

Cada novicio fue revestido con el hábito blanco y negro característico de la Orden, mientras se entonaba el “Veni Creator” para invocar la acción del Divino Espíritu sobre ellos. Seguidamente, postrados rostro en tierra, toda la asamblea reunida, oraba para que Dios fortaleciera su vocación.

Finalizada la Eucaristía, se pasó al claustro donde hubo un momento muy agradable de confraternización: frailes, monjas, laicos dominicos, feligreses y miembros de diversos grupos de la Parroquia San Jacinto de Triana, que acompañaron en esta inolvidable ocasión.

Estos cinco novicios se unen al que lleva recorrido parte del noviciado: fr. Ronald Fajardo. De este modo, el noviciado contará con características muy particulares: 7 hermanos de 6 nacionalidades diferentes, pertenecientes a dos provincias y un vicariato. Este hecho supone una enorme riqueza cultural, social, religiosa, carismática, etc.

Toma de hábito en Sevilla