Peregrinos de Vannes visitan lugares vicentinos dominicanos de Valencia
7 de marzo de 2018Como preludio de las actividades con motivo del próximo VI Centenario de la muerte de San Vicente Ferrer (1419-2019), que se abrirá en Valencia el próximo día 9 de abril, han estado en la ciudad más de cuarenta peregrinos de Vannes (ciudad de la Bretaña francesa en la que murió el santo y en la que se veneran sus restos), presididos por su obispo, alcalde y otras autoridades.
Entre otros lugares visitaron el pasado día 5 la casa natalicia de san Vicente Ferrer (El Pouet), donde fueron atendidos por Fr. Jose Manuel Alcácer. El día siguiente por la tarde rezaron vísperas en esta casa natalicia y posteriormente tuvieron una visita guiada al cercano antiguo Convento de Predicadores. El día 7 rezaron laudes y recorrieron la Basílica de San Vicente Ferrer, siendo atendidos por Fr. Alfonso Esponera y Fr. Alejandro López Ribao.
San Vicente Ferrer
Fray Vicente Ferrer, O.P. (Valencia, 23 de enero de 1350 – Vannes 5 de abril de 1419), fue un dominico valenciano, taumaturgo, predicador, lógico y filósofo. Sus viajes de predicación le granjearon el aprecio de la población de distintas regiones de Europa. Tras su canonización, en 1455, se convirtió en el santo patrón principal de la ciudad y reino de Valencia.
De acuerdo con la leyenda popular, Vicente Ferrer logró varios milagros alzando su dedo índice, razón por la cual se lo conoce cariñosamente como "Sant Vicent el del ditet". En la iconografía se le suele representar con el dedo índice alzado hacia el cielo y con un par de alas a sus espaldas. Este último atributo es debido a su autodenominación como legatus a latere Christi (una especie de representante personal de Cristo).
A raíz de una célebre visión que tuvo en la ciudad de Aviñón en el año 1398, Vicente Ferrer comenzó a realizar constantes viajes de predicación por diversas ciudades de Europa, en especial las italianas. Durante estos viajes era acompañado por una gran multitud, en cuyo número se contaba un séquito de flagelantes que se azotaban las espaldas como purga de sus pecados. El santo solía viajar a lomos de un asno y alojarse en los conventos de frailes dominicos de las ciudades y pueblos en donde predicaba. Multitud de ermitas y altares recuerdan, en muchos rincones de la Europa occidental, anécdotas históricas o apócrifas sobre la multitud de milagros realizados por el propio santo, en su largo camino de predicación, o por sus reliquias.
La activa participación de Vicente Ferrer en el Compromiso de Caspe, donde fue elegido como rey de Aragón Fernando de Antequera, (miembro de la dinastía castellana de los Trastámara), resultó decisiva para el encuentro.