Provinciales se reúnen en Roma con el Maestro y los Oficiales de la Curia
28 de marzo de 2014Los tres Provinciales de las Provincias que se unirán en el 2016 en la Provincia Hispaniae participaron en la segunda semana de este encuentro. Fray Javier Carballo, fray Miguel de Burgos y fray Martín Gelabert salieron juntos de Madrid el domingo, día 23 de marzo, y regresaron el viernes, día 28.
En la segunda semana de la reunión se trataron distintos temas prácticos que pueden plantearse en el gobierno de las Provincias. Se reflexionó sobre la vida comunitaria. Se informó sobre la reestructuración de la Orden, sobre cuestiones económicas, sobre los planes para la celebración del Jubileo, sobre temas de Constituciones y de Derecho Canónico. Las sesiones de la mañana del martes, 25, del miércoles, 26 y del jueves, 27, estuvieron dirigidas y animadas por el Maestro de la Orden. El resto de las sesiones estuvieron dirigidas por alguno de los Asistentes u oficiales de la Curia, según el tema que se trataba.
Al comienzo de las sesiones de cada mañana y de cada tarde, un Provincial informaba brevemente de la situación de su Provincia y respondía a las preguntas que los otros Provinciales o los miembros de la Curia le planteaban. Por otra parte, el miércoles, día 26, por la tarde, el Maestro de la Orden estuvo charlando privadamente, durante una hora, con cada uno de los Provinciales de la JIP-2016, fray Javier, fray Miguel y fray Martín.
El Provincial del Rosario, fray Javier González Izquierdo tuvo la deferencia de invitar a una comida a los otros Provinciales de la Península Ibérica, en la casa que la Provincia del Rosario tiene en la ciudad de Roma. Y el jueves por la noche, el Provincial de la Provincia de España invitó a una cena a todos los otros Provinciales de la Península y a los frailes españoles que trabajan en la Curia.
Cada mañana, en el Coro de la Iglesia de Santa Sabina, los Provinciales y a comunidad de la Curia cantaban Laudes y celebraban la Eucaristía. Cada tarde, antes de la cena, cantaban las Vísperas, rezaban el Oficio de Lecturas y terminaban con un canto a la Virgen y el canto “Luz de la Iglesia” a Santo Domingo. La liturgia fue en italiano. Pero las sesiones de trabajo eran en las tres lenguas oficiales de la Orden, inglés, español y francés, con traducción simultánea.
Fueron unos días muy llenos, en algún momento hasta se hicieron un poco pesados, por la carga de trabajo, pues incluso durante dos días el trabajo para los españoles se prolongó después de cenar: una de estas sesiones nocturnas fue para analizar temas relacionados con el hospedaje en España de los grupos de peregrinos que visitarán los lugares dominicanos en el año jubilar; la otra fue para tratar temas prácticos relacionados con la visita canónica del Maestro a nuestras Provincias.
Fueron días en los que celebramos la oración, vivimos la fraternidad, sentimos la universalidad de la Orden, compartimos muchas esperanzas y alguna dificultad, y reflexionamos juntos sobre nuestro carisma. Una frase puede resumir lo que fueron las sesiones de trabajo: Santo Domingo envió a sus frailes “a estudiar, a predicar y a fundar comunidades”.