En el marco del VII Centenario de la canonización y el 750 aniversario de la muerte de Santo Tomás de Aquino, San Esteban Editorial presenta el nuevo libro Santo Tomás de Aquino: La sabiduría de Dios, hoy, editado por Fr. Jésus Díaz Sariego, prior provincial de los dominicos de Hispania y presidente de CONFER España.

  Este significativo proyecto se ha gestado como un tributo a la vida y obra del Doctor Angélico. El libro, disponible en página web de la editorial, reúne textos especialmente seleccionados por Díaz Sariego de frailes dominicos que exploran diversas facetas de la sabiduría de Santo Tomás de Aquino.

  Entre las contribuciones se encuentran "De cómo Fray Tomás brilló en santidad y sabiduría" de Fr. José Luis Gago del Val, OP; “Los rostros de Tomás de Aquino” de Fr. Sixto J. Castro Rodríguez, OP; “Tomás de Aquino, maestro en el arte de pensar” de Fr. Martín Gelabert Ballester, OP; “Santo Tomás de Aquino como modelo de 'místico universitario'" de Fr. Moisés Pérez Marcos, OP; “La esperanza en la reflexión de Santo Tomás de Aquino. Una propuesta para el mundo contemporáneo” de Fr. Antonio Praena Segura, OP, y “La caridad de Cristo en la reflexión teológica de Santo Tomás de Aquino” de Fr. Manuel Ángel Martínez Juan, OP.

  El epílogo, titulado "La humanidad de Dios", es obra de Fr. Jesús Espeja Pardo, OP, mientras que el prólogo es del mismo Fr. Jesús Díaz Sariego, OP.

  Santo Tomás de Aquino: La sabiduría de Dios, hoy invita a explorar la riqueza de la sabiduría de Santo Tomás de Aquino, cuya vida y obra continúan siendo una fuente de inspiración. En un momento en el que la espiritualidad fundada en doctrinas claras y accesibles es más relevante que nunca, la figura del Aquinate resuena con fuerza en nuestra contemporaneidad.

La verdad de Dios

  Santo Tomás de Aquino participó de la sabiduría de Dios. Su vida fue una búsqueda incesante de la verdad. Y no una verdad cualquiera: la verdad de Dios. En su vida y obra convergen tres sabidurías: la filosófica, la teológica y la mística. Tomás sabía que, para hablar bien de Dios es preciso comenzar por hablar con Dios. Esta intuición es propicia para iluminar, también hoy, la situación de una humanidad necesitada de una espiritualidad fundamentada en una doctrina luminosa e inteligible.