El pandémico covid se las arregló también en Montesclaros para impedir la celebración, y valga la redundancia de las “celebraciones teológicas” de los años 20 y 21.

Sin embargo el pasado jueves, 14 de julio, se clausuró la tercera edición de “Celebraciones teológicas de Montesclaros” en el Santuario  que los Dominicos tienen en este popular enclave cercano a la ciudad de Reinosa. Ha recuperado nuevo impulso este año con la asistencia de más de sesenta participantes (medio centenar en régimen interno y el resto con presencia en diferentes charlas del programa, en calidad de seguidores externos.

Se ha acreditado en el tiempo esta iniciativa dirigida a cristianos adultos y laicos que copa cada año las plazas del santuario y en las que intervienen como ponentes brillantes pensadores de nuestra actual teología: Queiruga, Reyes Mate, Picaza, Montse Escribano…

Los núcleos temáticos han seguido versando sobre problemas y expectativas muy contundentes en torno al pensamiento iluminado por la fe en la opinión española, la desclericalización de la pastoral, el sacerdocio de las mujeres, la implantación de nuevos lenguajes creativos y abiertos en la expresión cotidiana de la fe.

Predominan entre los asistentes matrimonios maduros, fieles comprometidos con la pastoral comunitaria así como clérigos de pastoral innovadora y fronteriza. Los medios de comunicación, especialmente los regionales se han hecho con reportajes y entrevistas. Y el corpus doctrinal que se ha ido perfilando en estos años, verá pronto luz de imprenta en formatos de edición que se llevarán a cabo con diferentes instituciones eclesiásticas de fuste en nuestra iglesia.

Este año bajo el título-marco de “Tensión y esperanza en la iglesia sinodal que viene”, las jornadas han dado cabida a lecciones en torno a las eclesiologías contemporáneas mas influyentes (Jesús. Martínez Gordo), ecología integral para la casa común (Escribano), deconstrucción del viejo orden y tareas del nuevo (José María Prada), curas casados y curas obreros (Alario y Centeno), nuevo paradigma de las mujeres creyentes (Escribano y Pepa Monleón), biotecnología y transhumanismo, etc.

En resumen, tanto la exposición de pensamiento como los diálogos  entre ponentes y asistentes crearon a lo largo de las jornadas una atmósfera de curiosidad teológica y de fe que impregnaron de inquietud y calidad de respuesta el trascurso del debate.

Tampoco faltó una precisa y salpimentada descripción de lo que se lleva a cabo en el Barrio Buenos Aires de Salamanca con respuestas sociales de solidaridad evangélica expuestas en un reportaje crudo y minucioso de uno de sus principales líderes, Emiliano Tapia.

La personalidad estética y ecológica del paisaje de Montesclaros, así como el patrimonio arquitectónico e institucional de este legendario convento dominicano con mas de trescientos años de historia hacen positivamente provocador el tono y contenido de los mensajes expuestos en las charlas.

Dirigidas por Avelino Seco y Gonzalo Blanco, estas jornadas han prendido con fuerza en la iglesia cántabra con la señalización teológica y espiritual que ha marcado desde hace años la parroquia santanderina de San Pio X.

Este año se incorporaba al proyecto una novedad de interés, una muestra de pintura del artista montañés… colgada en las paredes de la propia sala donde trascurrían las conferencias. Fue una propuesta estética de corte humanista y de acabado artístico hondo y pulcro que enriquecía el programa general de las jornadas.

Éstas, como en años anteriores se cerraron en la noche del tercer día con la celebración de una queimada que el Padre Sobrí convertía en performance mítico de estos encuentros. Su fallecimiento inesperado el pasado verano nos privó de su espíritu y su estilo. No obstante siguió celebrándose y en su trascurso se tributó un cálido homenaje de recuerdo a su persona.

Este año los dominicos de la provincia canónica de España tuvieron una presencia conspicua integrada por el Provincial y otras personas de la curia. Precísamente fue el Provincial, Jesús Diez Sariego el que pronuncio la última conferencia en el tercer día que versaba en torno a la situación actual de la CONFER (Confederación Española de Religiosos) que precisamente él preside a nivel nacional en nuestros días.

Nostalgia, buen sabor espiritual de boca, aprovechamiento teológico y expectativas de repetir en el próximo curso. ¿hay quien dé más?

G. Blanco