Reconocer la grandeza de quien recibe las gracias
3 de enero de 2016
Lo ocurrido en el Coro del Convento de Caleruega este domingo, 3 de enero, a las ocho de la mañana, no ha sido propiamente una “toma de posesión”, porque nadie se ha apropiado de nada ni de nadie. Ha sido un ponerse a disposición de los hermanos. Ha sido un acto familiar, casi privado. El Coro estaba lleno. Además del Maestro de la Orden y dos de sus asistentes, así como de los 72 frailes capitulares, también estaban los frailes de la Comunidad del convento de Sto. Domingo de Caleruega, seis monjas y tres seglares dominicos invitados al Capítulo. Total: 102 asientos ocupados.
Después de cantar la salmodia de Laudes hemos asistido a lo que algunos calificarán de momento histórico. En realidad se ha tratado de un momento significativo (la vida está hecho de signos), en una larga historia que dura ya 800 años. Se ha leído (en latín) el nombramiento como primer Provincial de la naciente Provincia de Hispania, fechado el uno de enero, firmado por fray Bruno Cadoré. A continuación fray Jesús Díaz ha recitado la profesión de fe (en castellano) y luego ha firmado el documento de aceptación del cargo de Provincial, con el aplauso unánime de los presentes.
Ya como Provincial ha dirigido sus primeras palabras a los hermanos. Palabras de acción de gracias a Dios y a los hermanos. Dar gracias, ha recalcado, no es un acto protocolario, sino reconocer la grandeza de aquellos a quienes damos las gracias: la grandeza de Dios, pero también la grandeza de cada fraile, por lo mucho y bueno que aporta a la nueva Provincia. El Provincial sin los frailes no es nada.
Se ha referido a continuación a algunos rasgos que, según él, deben caracterizar a la nueva Provincia: en primer lugar, estar cerca de los más débiles, de los hermanos y comunidades más débiles. Porque la debilidad está llena de valores, nos humaniza, nos acerca más los unos a los otros. En segundo lugar, en esta Provincia debemos caracterizarnos por hablar bien los unos de los otros; hablar bien porque nos conocemos, con un conocimiento que engendra amor. Cuando una comunidad, antes de hablar de sí misma, hablar de otra porque la quiere y la valora, estamos haciendo Provincia, estamos haciendo unidad. En este sentido, el evangelio que hemos proclamado nos recuerda esta palabra de Jesús de Nazaret: a vosotros os llamo amigos. Somos la Orden de los amigos de Dios, suele decir el Maestro de la Orden, y somos amigos los unos de los otros. El nuevo Provincial ha indicado como un valor y una riqueza la pluriculturalidad de la Provincia, extendida por todo el territorio del estado español y varios países de América.
Un último subrayado de las primeras palabras de fray Jesús: hay que avanzar en los proyectos misioneros de la Provincia. Para ello hay que contar con la sabiduría de los mayores y con la creatividad y novedad de los jóvenes. Por eso, ha dicho el Provincial, he querido que los dos frailes que han estampado su firma como testigos en el documento de aceptación fueran el fraile más antiguo y el más joven en profesión de los presentes.