Primeros nombres como posibles priores provinciales y creación de las comisiones
2 de julio de 2021
Presidió la eucaristía fray Rafael Colomé, pero dejó la palabra, cálida, ardiente a fray Leoncio Vallejo, joven fraile paraguayo.
En la primera sesión del día de hoy se habló de personas concretas. De personas amenazadas por convertirse en prior provincial. Fue una sesión no grabada. La sesión fue un diálogo fraterno, abierto sobre el perfil del nuevo prior provincial. Lo fundamental: ha de comer bien y dormir bien, buena salud física, mental y espiritual. Sobre esta base, un provincial, dispuesto a moverse. De más enjundia eran opiniones que se escucharon no coincidentes: un provincial capaz de tomar decisión o un provincial que sea más bien quien anime a que otros las tomen, en la comunidad u oficio que ejercen. Alguien señaló que el prior provincial no debe olvidarse de los mayores -léase viejos y endebles-. Ha de cuidar de que se ahonde en la relación afectiva entre frailes procedentes de las tres provincias, cuyo nombre de solteras, como dice un capitular, era Aragón, Bética, España. Provincial con capacidad de escucha, insistirá uno. Mientras que otro cree que sea un prior provincial que arriesgue y tome decisiones... Que se rodee de un buen equipo en el que cada miembro sepa tomar decisiones, sin dejarlo todo al prior provincial. Para alguno, tantas cualidades para ser prior provincial de la Provincia de Hispania exigirían que la Palabra se hiciera de nuevo carne. Tras tan rico y no sé si clarificador diálogo, se votaron dos posibles candidatos. Descansillo, y cuando nos incorporamos nos comunican el resultado de la votación-sondeo. Hubo tres frailes con diferencia más votados. (No sé si convendría decir nombres, no me atrevo; aunque supongo que no pocas comunidades cuando esta croniquilla llegue a sus manos los sabrán, porque para algo tienen representantes en el capítulo). Se decidió que los tres con amplia diferencia de votos sobre el resto, dieran la cara. Los tres se manifestaron dispuestos a lo que los frailes decidieran sobre ellos: ellos son frailes y por lo tanto obedientes. Cada uno habló de su vida, de cómo se veían ante la “amenaza” de ser provincial. Supimos más de ellos. Los tres, buena gente, con fe honda y con capacidad de sacrificio. Tuvieron que escuchar lo que de ellos se dijo. No preocuparse: las intervenciones fueron más bien de alabanza a sus personas. Con alguna pregunta más comprometida sobre cómo actuarían en situaciones concretas. Todo fraternal, con buen tono.
La segunda sesión de la mañana se centró en cómo organizar el trabajo de las comisiones. Ante todo ¿cuántas comisiones? La Comisión central había estado reunida para hacer la digestión de la cena hasta las once y media de la noche. ¡Después del apretado día de ayer! Ofrecieron una propuesta. Un tanto complicada. Unas comisiones técnicas y compuestas de menos frailes, serían cuatro; y dos de más hondura como la restructuración de presencias, y lo referente a vocaciones y formación. El diálogo manifestó que la asamblea estaba desbordada por tantos asuntos que tratar (lo que no evitó que se pidiera una comisión más para otros asuntos). La mañana se cerró sin que se llegara a una conclusión precisa sobre cuántas y cuáles comisiones había que constituir.
Y por la tarde se continuó con ello. Varias intervenciones de interés; pero que no llegaban a resoluciones concretas. Por fin se sometió a votación si se mantenía lo que la Comisión central había presentado. Y fue aprobada la propuesta de la Comisión central.
Se pasó luego a un diálogo sobre fortalezas y debilidades de la unión de provincias, lo hecho y lo que queda por hacer.
Fortalezas. La unión de provincias en relación a lo sucedido en otros lugares de la Orden ha sido ejemplar en su preparación y en su realización. Así es considerada en la Orden. Nos hemos conocido y querido más. El Exprovincial apunta que no ha tenido problemas en la relación personal con los frailes. Fortalezas son: la Fundación Educativa Santo Domingo, las enfermerías, la armonización de la economía. Lo han visto así en los diversos vicariatos de América, y reconocida en el CIDAL.
Debilidades y desafíos. Cada debilidad es un reto para superarla. Dificultad para llevar a cabo proyectos nuevos; para hacer funcionar grupos, como de profesores de Valencia y Salamanca. La tendencia a mantener el “confinamiento” y no salir a dar la cara en la sociedad. Existen algunas heridas en ciertos frailes. que no encuentran sanación. Debilidad seria es el bajo nivel de disponibilidad de los frailes. Un desafío es la necesidad de que frailes de España ejerzan la mística misionera de la provincia, que no puede faltar, con más presencia en los vicariatos. Debilidad es la pesada estructura de la provincia. Un desafío aliviarla. Y sí mejorar la fraternidad dominicana, basada en el diálogo y la participación comunitaria, frente a actividades de un solo fraile, hacer común el proyecto de cada fraile, ni de una de las provincias anteriores… Sigue siendo reto la inculturación, también en España con diversas tradiciones, lenguas. ¿Qué ofrecemos a los jóvenes que acuden a nuestras casas además del estudio? Estamos abandonando las periferias, las presencias de inserción, y eso es un desafío que considerar. Un fraile quiere pisar tierra, y que tomemos conciencia de quiénes somos y cómo somos, y desde esa realidad programar proyectos viables.
Y se mantuvo la primera reunión de las comisiones. Las más nutrida es la de Revisión de presencias. La componen veintiún frailes. Otras formadas solo por cinco o seis frailes. En esa primera reunión se nos pedía que se eligiera el presidente. Pasarán los distintos presidentes a ser miembros de la Comisión Central.
Las vísperas las presidió fray Juan Antonio Terrón. Con una apropiada y bien fundada homilía. Que puedo resumir en esta expresión: “saber interpretar el presente para prever el futuro”. A partir de “Dios proveerá” de Abrahán ante la pregunta de su hijo, “¿dónde está el cordero para el sacrificio?”, que escuchamos en la primera lectura de la misa de hoy.
Fr. Juan José de León Lastra, O.P.