Presentación

El 26 de noviembre de 1936 llegaron a Montevideo desde Santa Fe (Argentina) los frailes Ramón Fernández Tascón -Vicario Provincial de la Provincia de Aragón- y Ramón Fernández Álvarez, para fundar un convento de la Orden. El 6 de abril del año siguiente, en la fiesta de San Vicente Ferrer, quedó legalmente constituido bajo la denominación “Nuestra Señora del Rosario”. El 8 de junio era erigida su capilla como “Parroquia de la Santísima Trinidad”, funcionando desde 1949 un Colegio de Enseñanza Primaria.

Los frailes tenían muchos de sus compromisos apostólicos en el centro de la ciudad y la relativa lejanía en que se hallaban -diez kilómetros y medio-, les hizo concebir la idea de fundar una nueva casa religiosa. Las obras comenzaron los primeros días de 1941 y el 1 de marzo del año siguiente se trasladó el “Convento de Nuestra Señora del Rosario” a su nueva sede en construcción todavía, quedando la otra Comunidad como “Casa de la Santísima Trinidad”,dependiente de aquella. El 17 de agosto del año siguiente se puso la primera piedra de su actual templo, dedicado a “Nuestra Señora del Rosario de Pompeya”. El Maestro de la Orden estableció que el Convento de Nuestra Señora del Rosario, se constituyera en casa el 9 de julio de 1997.

El Capítulo Provincial de la Provincia de Irlanda celebrado el año 2004, señaló lo siguiente: “Elogiamos la dedicación de nuestros hermanos que han servido en distintas partes de América Latina, y prevemos la continuación de nuestra presencia allá.” La Provincia de Irlanda desea continuar su misión en América Latina, ahora en colaboración con el Vicariato Regional de la Provincia del Aragón en América del Sur.

Los frailes que colaborarán con el Vicariato Regional continúan afiliados a la Provincia de Irlanda, pero están asignados por el Maestro de la Orden al Vicariato Regional y por el Prior Regional a la casa de la “Santísima Trinidad” en Montevideo (Uruguay). El lugar de residencia habitual es la diócesis de Maldonado-Rocha, donde integran una casa-misión dependiente de la comunidad de asignación.

Por su parte, la casa de la Santísima Trinidad tiene como identidad apostólica:

• Ser comunidad misionera que evangelice y promueva en medios populares, creando comunidades eclesiales de base.
• Formación de agentes pastorales y animación de iniciativas de integración, crecimiento y solidaridad.

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