«Para sant Vicent, como dominico, lo más valioso era la predicación como apóstol de Cristo»
9 de abril de 2024[Arbobispado de Valencia] El Arzobispo de Valencia ha presidido la misa de pontifical en la Catedral en la Festividad de San Vicente Ferrer en la que ha afirmado que "pedimos que como patrón de la Comunidad Valenciana nos hermane cada día más".
El Arzobispo ha agradecido la presencia de la alcaldesa de Valencia, María José Catalá y regidores del Consistorio, así como de todas las entidades y asociaciones “gracias a vosotros se mantiene la devoción a Sant Vicente Ferrer”, al provincial de los Dominicos de Hispania, Fr. Jesús Díaz Sariego, a la Orden de Predicadores y los alumnos que han asistido a la celebración, al dominico Fr. Vicente Botella, de la comunidad de San Vicente Ferrer de Valencia, que siguiendo la tradición de que un religioso dominico haga la predicación en valenciano y al obispo valenciano Joan Piris, emérito de Lleida.
Posteriormente se ha realizado la procesión cívica, con ofrenda de flores a san Vicente desde el Ayuntamiento a la casa natal del santo. A las 19 horas, tiene lugar la solemne procesión general realizando estaciones en los lugares vinculados al santo dominico como su casa natal, la Iglesia de Santo Domingo y la parroquia de San Esteban, donde se encuentra su pila bautismal.
El dominico Fr. Vicente Botella ha enfatizado que "Estamos haciendo memoria de un hombre universal. Un referente. Es probable que algunos, aunque estemos en un contexto religioso, no sean creyentes o que su fe esté dormida. Sea como fuere, creo que sin excepción, nos podríamos plantear, ¿no tenemos que dejarnos interpelar por su testigo en este complejo mundo en el que el hecho de creer no constituye un marco de referencia aceptado por todos?. Como Iglesia, ¿ofrecemos un ambiente de vida en el que pueda arraigar la fe personal otras personas?. Proximidad, visibilidad y testigo continúan siendo claves en el contexto que nos toca vivir en el que la fe apenas cuenta y encuentra más dificultades para arraigar socialmente. ¿No tendríamos que darnos cuenta de esto quienes manifestamos abiertamente ser devotos del Maestro Vicent?".
El fraile dominico ha recordado que “la raíz religiosa de la sociedad valenciana del siglo catorce favoreció su vocación y los cimientos de su futura santidad. Nuestro santo ayudó a que se socializara y personalizara la experiencia creyente de muchos”.
También ha incidido en que “la fe tiene que ser predicada y vivida para favorecer su transmisión. De la visibilidad de un modelo cristiano al testigo, va un paso pequeño que, si se da, es decisivo. La fe tiene que ser predicada y vivida para favorecer su transmisión. La credibilidad viene del entorno social facilitado por otros creyentes”.
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Fr. Vicente ha recordado que “hay que colocar una lupa de aumento en el contexto particular en el que se hizo cristiano para descubrir otros detalles que expliquen mejor la singularidad de su vocación: la Casa Natalicia y el Real Convento de Predicadores, el origen del despertar de su vocación dominicana. La casa del Pouet -tan visitada por los valencianos en un día como el de hoy- estaba muy cerca del Real Convento de Predicadores. El testigo de la fe que encontró en los frailes predicadores fue capital por la concreción de su identidad cristiana. “Para san Vicent, como dominico, el que más valor tenía era la predicación itinerante como apóstol de Cristo. Su predicación, su “decir bien” (bendecir) gritó cada vez más la atención. En su predicación había autoridad. Esta autoridad, además, la confirmaban los milagros que acreditaban. Nuestro santo se convirtió en un auténtico testigo próximo y visible de la fe que ayudó a que se socializara y personalizara la experiencia creyente de muchos”.