Así resume este acto un “hermano dominico laico”, como él se define:

“Ante todo, muchísimas gracias, P. Pedro Juan por su presencia entre nosotros presidiendo la Eucaristía del pasado día 19. Ha sido una Eucaristía que quedará en la historia de esta aldea asturiana.

Antes del inicio de la Misa solemne el P. Pedro Juan descubrió el cuadro del Beato Buenaventura en medio de una cerrada ovación. Después, procedió a hacer una interesante y sucinta semblanza de los dos Beatos, que fue seguida con el máximo interés de todos los asistentes. La vida, la trayectoria, el ejemplo y el martirio de los Beatos son y serán una referencia de fe y de vida para todos nosotros. Las impresiones de la gente que tuvieron la suerte de estar allí rezumaban gratitud y alegría. La presencia de los Padres Dominicos, los cánticos que ambientaron antes de la Misa y durante la misma y especialmente la semblanza de los mártires, vigorosamente proclamada por el P. Pedro Juan, la objetividad, el equilibrio, la exposición justa y reconciliadora sobre sus vidas con el momento histórico pasado y presente, la homilía que enlazaba sus semblanzas con el relato de Abrahán… todo fue una experiencia de la que damos gracias al Señor, a los Beatos Buenaventura y Maximino y a la Orden Dominicana por todos esos hijos suyos. Finalizada la eucaristía los feligreses pasaron a contemplar el cuadro y fotografia de los Beatos colocados en las paredes laterales del presbiterio. Una comida compartida para todos los asistentes remató la celebración. Todos cuantos quisieron pudieron visitar la casa natal del Beato Buenaventura, que conserva reliquias de su vida y presencia en esta pequeñita aldea asturiana”.

Reciba un cariñoso saludo, de este “hermano dominico laico”.

Quedo incondicional a vuestra disposición.

Faustino Martínez García