El martes 14 de enero, en el aula magna del Convento San Esteban de Salamanca, tuvo lugar la conferencia, con el título: "Avances neurotecnológicos y su aplicación a la educación", a cargo de la profesora de la Facultad de Pedagogía, María José Hernández.

  Las Conversaciones de San Esteban volvieron, en este nuevo año, hablando del futuro de la educación, o mejor, de cómo la neurociencia va a ayudar en la labor pedagógica a "educar el cerebro", ayudando a que los alumnos puedan desarrollar todas sus potencialidades. Los aportes que la medicina ya está aportando, a través de su "mapeado neuronal", en la mejora de enfermedades como el alzheimer, por ejemplo, ahora se usarán también para conocer, evaluar y desarrollar técnicas y pedagogías específicas para motivar, estimular, teniendo en cuenta las características neuronales de cada alumno; se sabrá, por ejemplo, dónde son más aptos o dónde son más vulnerables, pero, esta vez sabiendo su "zona neuronal" para poder intervenir ayudando a mejorar los procesos cognitivos; es lo que la profesora llamó, "un nuevo enfoque transdiciplinar", donde la pedagogía, junto a la psicología y ahora la neurociencia, se complementarán, llegando a afirmar: "que todos los procesos educativos del futuro estarán informados por la neurociencia".  Aparece así una nueva disciplina pedagógica: la Neuroeducación ¿Desaparecerá el profesor, tal cual lo conocemos? ¿Emergerá ahora el neuroeducador, que ya sabe por qué tal alumno tiene esas habilidades o carece de otras? Grandes preguntas, grandes desafíos que cambiarán a la educación tal cual la conocemos hoy.