El día 13 de septiembre de 1996 se inauguró la Enfermería de los frailes dominicos de la Provincia de España (hoy, Provincia de Hispania).

El Prior Provincial y su consejo tuvieron el buen acierto de fundar un hogar, una casa, una residencia para recibir a nuestros hermanos que, debido a su estado delicado de salud, requerían asistencia especial. El convento donde residían no reunían las condiciones necesarias para su cuidado. De esa forma nace la Enfermería.

El nombre de Betania es referencia a aquella “Betania”, cerca de Jerusalén donde Lázaro, Marta y María recibían con cariño y delicadeza a Jesús de Nazaret. Ellos ponían ilusión, afecto, cariño y entrega en la atención y acogida al Maestro y Señor.

Hoy, la Enfermería de Betania cumple 20 años de existencia. Los cuidados y atenciones han sido enormes. Recibimos, en nuestra Enfermería a nuestros hermanos más necesitados. Ellos necesitan, día y noche, esmerada atención. Para ello contamos con un equipo sencillo y entrañable: enfermeras, cocineras, personal auxiliar que dedican su tiempo al lavado de ropa, limpieza e higiene de los enfermos. Resaltamos el pequeño puñado de personas que atienden a nuestros frailes hospitalizados. En jornada ininterrumpida, día y noche, se encuentran en la cabecera de sus camas. Es un consuelo para nosotros y para sus familiares.

La Comunidad de Villava y el equipo responsable de la Enfermería, nombrado por la Provincia, quiere expresar su agradecimiento a nuestros Superiores. Es una obra magna recibir con alegría a aquellos hermanos que llegan en condiciones delicadas. Las puertas de nuestra Enfermería están abiertas a todos los frailes que requieren especiales cuidados. La parte técnica corresponde a los responsables de salud en Navarra. Debemos reconocer que son muy bien atendidos. A nosotros nos toca la parte humana y religiosa. Nuestros frailes pueden perder facultades físicas y cognitivas, pero nunca las afectivas. Y es, en esos momentos, donde el afecto, cariño y ternura deben hacer su aparición.

Que estos 20 años de existencia nos muevan a querer, más aún, a nuestros hermanos de la enfermería. Nuestro compromiso sigue adelante con ilusión y pasión. Que el Señor, en este año de la Misericordia, siga bendiciéndonos.

Villava, 13 de septiembre de 2016.

Fr. Juan José Larrañeta, O.P.

Director de la enfermería