Utilizamos cookies propias y de terceros para obtener información y realizar análisis estadísticos sobre el uso de nuestro sitio web. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información en la página sobre las cookies.

Entendido

Noticias

Bodas de plata Sacerdotales

5 de noviembre de 2014

El 1 de Noviembre, solemnidad de Todos los Santos, el convento de san Esteban de Salamanca celebramos en la Iglesia conventual, una misa de acción de gracias con motivo de los 25 años de la ordenación sacerdotal de dos frailes de la comunidad.


Fr. Rafael González Blanco O.P. fue ordenado el 18 de marzo de 1989 en la Iglesia de la Encarnación de Bilbao por el que era obispo auxiliar de aquel tiempo, don Juan María Uriarte. Y, el 30 de septiembre de ese mismo año, fue ordenado por el obispo de Ciudad Rodrigo, don Antonio Ceballos, fr. Manuel Ángel Martínez Juan O.P., en la Capilla de Sotomayor de esta ciudad de Salamanca.


La celebración de la Eucaristía fue presidida por fr. Manuel Ángel y la homilía la hizo fr. Rafael. En ella se hizo referencia a la festividad del día y a la espiritualidad propia de esta jornada. Recorriendo las tres lecturas, se respondieron varias preguntas: ¿Cuántos santos hay en el cielo? ¿Quienes son? ¿Cómo han llegado a ser santos? Se animó también a todos los presentes a renovar la universal llamada a la santidad. Y el camino para hacerlo es encarnar en nuestra propia vida las bienaventuranzas, modos de ser y de actuar del mismo Jesús.


La homilía prosiguió aludiendo al motivo secundario de la celebración: dar gracias a Dios por los 25 años de sacerdocio dominicano de estos dos frailes de la comunidad.


A partir de una anécdota personal, se recordaron los compromisos sacerdotales adquiridos el día de la ordenación y que deben seguir siendo cultivados. Cómo un presbítero dominico tiene que ser en el ámbito de la formación, por sacerdote un buen catequista para fortalecer a otros en la fe, y como dominico un teólogo que profundiza en ella. En el ámbito de la celebración ser un hombre de oración que vive lo que realiza y por carisma dominicano un predicador que transmite lo contemplado. Y en todo compromiso, el cultivo de la caridad pastoral, con la especial vivencia de la misericordia dominicana con todos, en especial, con los necesitados y alejados.


Recordando las palabras de Jr 3,15, “os daré pastores según mi corazón”, se aprovechó la ocasión para animar al compromiso en el seguimiento de Jesús desde las distintas vocaciones. Hacen falta cristianos santos: laicos, sacerdotes, monjas, religiosos y consagrados.


A lo largo de la celebración, el presidente, fue pidiendo perdón, dando gracias a Dios y solicitando la oración de los presentes para la tarea que aún queda por hacer.

 

=======