En una celebración Eucarística llena de sencillez y mucha emotividad, Jose Antonio dio el Sí con la ayuda de Dios y la vuestra, a la vida evangélica en la Orden de Santo Domingo, para vivir su misión apostólica con la oración, el estudio y la predicación conforme a su estado seglar.

 

José Antonio dio gracias a Dios Padre por haberle concedido el don de la fe y la gracia de la vocación, a nuestro Señor Jesucristo, por haber salido a su encuentro para ser el centro absoluto de su vida, y a Santo Domingo por haberlo hecho hijo suyo en la Orden por él fundada, y ser el ejemplo que guia su caminar en su vida cristiana dentro de la Familia Dominicana.

 

En tan importante celebración fue acompañado por todos sus hermanos de las Fraternidades laicales de Sevilla, tanto la de San Jacinto como la de Bormujos, asi como por otros hermanos de oración franciscanos y carmelitas, y por Fray Félix Hernández, promotor religioso de la fraternidad.

 

¡¡Felicidades a José Antonio que ha prometido vivir a ejemplo de Santo Domingo!!

 

¡Que Dios Padre, Hijo y Espiritu Santo, y Santo Domingo te bendigan siempre!