Una gran alegría, una gran oportunidad

Después de un fin de semana de intensas celebraciones nos resuena en la cabeza “800 años. Una gran Alegría. Una gran Oportunidad”.

En esas dos palabras podemos resumir todo lo vivido, durante este fin de semana, en la Familia Dominicana en Euskadi.

Nos sentimos alegres, porque vemos reafirmadas nuestras ganas de ser seguidores de Jesús, al estilo de Nuestro Padre Santo Domingo, que tenemos unos pilares (estudio, oración, predicación…) que nos ayudan a vivir la Fe intensamente. Estamos alegres porque sabemos que no somos individuos solitarios en la misión de predicar, sino que pertenecemos a una gran familia diversa, enriquecedora y acogedora, alrededor de la cual hay muchas personas, que se sienten a gusto en ella.

Con este Año Jubilar que comienza vemos una puerta que se abre, una oportunidad para aprender, renovar, avanzar por nuevos caminos de predicación, para reforzar esos pilares; y observando las nuevas necesidades de nuestro entorno y con el estilo humilde y profundo de Santo Domingo, hacer llegar la Palabra de Dios a todas las personas.

Y todo esto lo hemos visto en todas las personas que nos hemos unido con ilusión, durante el fin de semana, en las diferentes presencias de la Familia dominicana en Euskadi.

Las celebraciones comenzaron el sábado 7 de noviembre.

Iniciábamos el Jubileo en la Eucaristía de la tarde en la Parroquia de Santa María de los Ángeles de Vitoria–Gasteiz. Fue una celebración familiar, emotiva y solemne. En ella nos congregamos miembros de las distintas ramas de la Orden venidos de diversos lugares. La comunidad de frailes que desarrollan su misión pastoral en dicha parroquia, la comunidad de Monjas Contemplativas del Monasterio de Santa Cruz y los miembros de la Fraternidad Laical de Santo Domingo, todas ellas de Vitoria–Gasteiz; las Hermanas Dominicas de la Anunciata del Colegio Nuestra Señora del Rosario de Burtzena (Barakaldo) y miembros de la Comunidad de La Encarnación de Atxuri (Bilbao), que es atendida por la comunidad de frailes de Vitoria-Gasteiz. Además, quisieron celebrar y compartir con todos nosotros este inicio del Jubileo miembros de la Diócesis de Vitoria, así como el presidente de CONFER – Álava, y sobre todo muchos amigos cercanos a la Familia Dominicana. Después de la Eucaristía todos nos unimos a compartir un pequeño ágape.

El domingo 8 de noviembre, continuaron las celebraciones en las diferentes Comunidades Dominicas de Euskadi.

La Comunidad de la Encarnación de Atxuri (Bilbao) celebró el inicio del Jubileo en la Eucaristía del domingo.

En San Sebastián se celebró con una Eucaristía presidida por Mons. José Ignacio Munilla, obispo de San Sebastián, en el Monasterio de Santo Domingo de las Monjas Dominicas Contemplativas, con la asistencia de los miembros de la Fraternidad Laical de Santo Domingo de esa ciudad.

Y en Vitoria–Gasteiz, presidida por Mons. Miguel Asurmendi, obispo de Vitoria, se celebró la Eucaristía de inicio del Jubileo, en el Monasterio de Santa Cruz de las Monjas Dominicas Contemplativas.

Ha sido un fin de semana intenso, enriquecedor y motivador. En comunión con toda la Familia Dominicana repartida por el todo mundo, que con gran alegría, unidos, compartiendo cantos, lecturas y oración hemos celebrado este inicio del Jubileo de los 800 años de la Orden de Predicadores.