Demostrando ser un gran comunicador, de amplia cultura y siempre atento a la actualidad, Luis nos ofreció una clara exposición en la que analizó las causas que propiciaron la marginación de lo laical en la teología y en la espiritualidad, especialmente a partir del medievo. La superación de esta situación se produciría con el Concilio Vaticano II, principal referente para comprender el papel de los laicos en la sociedad.

Misión de los cristianos laicos será, en primer lugar, enriquecer la ética civil: “cada uno ejerciendo su propia actividad difundirá valores humanizadores”. En segundo lugar, anunciar la Buena Noticia en una sociedad postcristiana, especialmente contribuyendo a superar el divorcio producido entre la fe y la cultura en la Modernidad: “Debemos emprender esa tarea de anunciar el Evangelio en nuestra sociedad, todos los cristianos, por descontado, pero en particular los laicos dominicos, porque el carisma dominicano exige ser predicación viva de la Palabra”. La predicación no sólo se realiza con un mensaje oral, sino con toda la existencia. Sin embargo, advirtió Luis, a lo mejor en la sociedad actual convendría insistir en lo del mensaje oral, ya que, si bien se tolera la oferta ética del cristianismo, no así su mensaje religioso. Resulta políticamente incorrecto hablar de Dios, de Cristo…, y eso es algo que en cierta medida los cristianos hemos introyectado acomplejándonos. Y en tercer lugar, promover una cultura alternativa a la que nos ha llevado a la actual crisis económica, esto es, promover una cultura de la solidaridad.

Agradecemos a Luis González-Carvajal su intervención, que ha supuesto para todos un estímulo, y esperamos poder ofreceros a todos el año que viene un nuevo encuentro tan interesante como éste.

El audio completo de la conferencia puede escucharse en nuestra sección de recursos.

D. Ignacio Antón, OP
Fraternidad de Atocha

 

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