Peregrinación Ecuménica del papa Francisco a Ginebra: Caminar, Orar y trabajar juntos
22 de junio de 2018Puntualmente el papa Francisco aterriza en el aeropuerto de Ginebra, donde era esperado por las autoridades Helvéticas, encabezadas por el presidente de la Confederación Suiza el Sr. Alain Berset (PS). Después de los himnos oficiales la banda interpreta una pieza de compositor Piazzola “Libertango” en honor al santo Padre.
Buscar la unidad de todos los cristianos
Con el Lema: Caminamos, rezamos y trabajamos junto”. El santo padre llega a Ginebra para estar presente en el 70º aniversario del Consejo Mundial de las Iglesias. Con este nuevo gesto el papa Francisco, al igual que sus antecesores, Pablo VI y Juan Pablo II, da un nuevo impulso y frescura al ecumenismo. En esta peregrinación, el papa ha querido reafirmar el compromiso irrevocable que la Iglesia Católica asumió en el Concilio Vaticano II, buscar la unidad de todos los cristianos.
Debemos decir que esta visita está marcada por tres importantes momentos, pero se ha de destacar los momentos ecuménicos; a saber: El Culto y el Encuentro en el Consejo Mundial y, el tercero la eucaristía que el santo Padre celebra con los católicos (romanos), como deseo propio cuando visita o asiste a actos ecuménicos. Celebrar la eucaristía con la comunidad.
El Papa es recibido por el secretario general del CMI el Rvdo. Dr. Olav Fykse y la Moderadora del Comité Central la Dra. Agnes Aboum. Comienza la oración ecuménica con una capilla llena por los representantes de las iglesias miembros y de su Comité Central, que está reunido desde el 15 de junio y que acaba con la visita del papa Francisco.
En la homilía del culto, el papa Francisco destacó la importancia del camino; caminar según el Espíritu en referencia al texto de Gálatas 5, 16: caminar incluye una disciplina, un servicio, paciencia y constancia. Al mismo tiempo una conversión constante de sí mismo que implica una renovación de nuestra mentalidad, que es impulsada por el Espíritu Santo. El Papa al finalizar su homilía expresa que ha venido hasta el Consejo Mundial de las Iglesias buscando la unidad y la paz.
Una cuestión de amor
Un segundo encuentro por la tarde en el CMI, las palabras de su secretario general el Dr. Kykse reflejaron el deseo de encontrar y buscar la unidad, seguir trabajando juntos y estar unidos también en la esperanza de un futuro común para todos. Su visita santidad, es un signo de la esperanza que compartimos. Queremos trabajar juntos porque “El amor de Cristo nos constriñe”, “El amor de Cristo nos impulsa”, afirmaba su secretario general. Al mismo tiempo decía que la “realpolítik” de la Iglesia de Jesucristo es siempre una cuestión de amor.
Por su parte la Dra. Abuom, agradeciendo el compromiso ecuménico del Papa, destacaba un proverbio africano que dice: “Si quiere ir rápido, vaya solo; pero, si quiere llegar lejos, vayan juntos”, queremos avanzar como peregrinos acompañándonos para visitar las heridas de los que sufren, celebrar el don de Dios en la Vida y llevar a cabo juntos acciones transformadoras que mejoren las vidas de las personas dondequiera que haya necesidad de justicia y paz.
El papa Francisco en su intervención destacaba la gran colaboración entre el Consejo y la Iglesia Católica, especialmente en la Comisión Teológica Fe y Constitución. Continuaba diciendo: Animémonos a superar la tentación de absolutizar determinados paradigmas culturales y dejarnos absorber por intereses personales. Caminar sí, pero de entrada y salida; entrada hacia Cristo y salida al encuentro con los hermanos, afirmaba el santo padre.
Ya por la tarde en el centro de convenciones en Ginebra Palexpo, 41 mil personas esperan al Papa Francisco para celebrar la eucaristía, venidos de toda Suiza y de la cerca Francia. En su homilía Francisco destacó las tres palabras claves del evangelio: Padre, Pan y Perdón. Del Padre procede toda la paternidad y maternidad, en él está el origen de todo bien y de nuestra propia vida. El Pan, es Jesús, que no nos olvidemos nunca de esto. Perdón, es difícil perdonar, pero si Dios nos perdona, debemos perdonar. El perdón es la cláusula vinculante del Padre Nuestro.
Podemos concluir, que esta peregrinación ecuménica del Papa Francisco, nos fortalece en el compromiso cristiano por la unidad. Un imperativo que “grita al cielo”, cuando el mundo no cree y menos aún, si damos testimonio de desunión entre los cristianos, por el simple hecho de nuestros egoísmos eclesiales y nuestras apologías “trasnochadas”. Evangelizar hacia dentro y hacia fuera es el mensaje claro del santo Padre, caminar, orar y trabajar juntos. Esta parada de Francisco a Ginbera marcará, sin duda, un antes y un después en el camino ecuménico.
Prof. Dr. Andrés Valencia
Centro P. Congar