Miembros de la comunidad parroquial, del MJD y de Familia Dominicana participaron junto a los laicos de fraternidades en este alto en el camino hacia la Pascua del Señor. Tras la oración de la mañana y la bienvenida por parte de la fraternidad de El Olivar, el promotor de la Provincia de España, fray Óscar Jesús Fernández, op, presentó a los nuevos hermanos que han comenzado su proceso de discernimiento para formar parte del laicado de la Orden.

La mañana tuvo dos momentos de meditación y reflexión con un tema común: la Cruz. El primero fue dirigido por nuestra hermana Dª Marisa de Llaguno, op que presentó un recorrido a través de la historia del arte en el que pudimos apreciar cómo las diferentes espiritualidades y circunstancias de cada época han marcado la representación artística del Crucificado. Después de un rato de charla y convivencia, fray Xabier Gómez, op, promotor de la fraternidad de El Olivar, abordó el misterio de la Cruz desde dos inquietantes preguntas: ¿cómo puede un símbolo de muerte indigna como la cruz ser el símbolo de los cristianos? ¿cómo puede el sufrimiento de un inocente salvarnos del pecado y de la muerte? La fidelidad inquebrantable de Jesucristo al Padre, incluso en las circunstancias más duras y difíciles, nos muestra las respuestas que desde la fe hay que dar a algo como la cruz, un escándalo y una necedad ya para los contemporáneos de San Pablo. Todo lo vivido y orado durante la mañana se llevó a la eucaristía con la que finalizó el encuentro.

 

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