Las relaciones entre la Fe y la Ciencia como “lugar” donde descubrir a Dios y la propia vocación
19 de noviembre de 2018El pasado fin de semana en la sierra de Madrid, se ha celebrado el IV Encuentro anual de Jóvenes Dominicos, este año, marcado por la celebración del Año Joven Dominicano, un año especialmente dedicado en la Familia Dominicana de España al trabajo y la pastoral con los jóvenes, a impulso del Sínodo de los Obispos, visibilizando el trabajo y la dedicación que se lleva a cabo e intensificando la apertura hacia ellos.
Casi 70 jóvenes de toda España vinculados a distintas realidades de la pastoral juvenil de la Familia Dominicana –el Movimiento Juvenil Dominicano, las Dominicas Misioneras de la Sagrada Familia de Canarias, la Fundación de las Dominicas de la Enseñanza-FEDE, las comunidades de jóvenes de la parroquia de Atocha, la Fundación Educativa de las Dominicas de la Anunciata en Cataluña-FEDAC, la Congregación Romana de Santo Domingo, la Congregación de Santo Domingo de Granada, la Fundación Educativa Santo Domingo-FESD y los frailes de la Orden de Predicadores- han dedicado el fin de semana a profundizar en las claves dominicanas de la comunidad, el estudio, la oración y la predicación.
El tema central ha sido - siguiendo el Itinerario para este curso ofrecido por la Pastoral Juvenil y Vocacional de la Familia Dominicana, itinerario diseñado a tres años, del que estamos en su segundo año, que aborda la dimensión vocacional de descubrir a qué llama Dios a cada uno, vehiculándolo a través del diálogo con la cultura actual- el de las relaciones entre la Fe y la Ciencia como un “lugar” donde también descubrir a Dios y la propia vocación.
La mañana del sábado, Belén Sánchez, OP, laica dominica, matemática y profesora en el Colegio Virgen de Atocha-FESD, hizo un planteamiento general de las cuestiones de las relaciones entre ciencia y religión con especial atención a los aportes que la Familia Dominicana ha hecho en su historia a ese diálogo; por la tarde José Vicente Vila OP, Presidente Provincial de las Fraternidades Laicales y médico, ofreció desde su propia experiencia y biografía un ejemplo de esas relaciones en primera persona; la mañana del domingo, Fr. Bernardo Sastre OP, estudiante dominico y físico, lanzó ciertas claves de posible encuentro mutuo entre ambas.
Junto a esas dimensiones de estudio dominicano, y en un ambiente de convivencia y comunidad, la noche del sábado tuvo un encuentro de oración con la imagen de la luz, la electricidad y las baterías como analogía con la experiencia de Dios del dominico, energía que se almacena siempre para ser sacada para los otros, en el contemplar y dar lo contemplado. La mañana del domingo concluyó el encuentro con la celebración de la eucaristía, a la que se acercaron distintos laicos de las fraternidades de Madrid que hasta hace no demasiado eran parte del Movimiento Juvenil Dominicano.
Mucha vida que está aún por venir en clave dominicana
Un gran encuentro que muestra la mucha vida que en torno a la pastoral juvenil tiene y desarrolla la Familia Dominicana, que habla de las múltiples iniciativas que el Año Joven Dominicano está trayendo a impulsos del Sínodo de los Obispos sobre los jóvenes y que habla de mucha vida que está aún por venir en clave dominicana... con estilo propio.