Delegados de todas las ramas de Familia Dominicana de España y Portugal, junto -y esto por primera vez- a miembros de otras instituciones religiosas, participaron en este encuentro anual, que ya con su sexta edición clausurada, nos hace pensar que ha adquirido toda la experiencia necesaria para convertirse en un espacio de diálogo y reflexión al inicio del curso escolar, abierta, a partir de ahora, a todos los que desde la evangelización trabajen en el mundo de la juventud.

Estas jornadas fueron también la antesala de nuestra campaña anual, que tendrá entre sus objetivos mostrar a los jóvenes nuestro carisma de una manera novedosa y atractiva, de allí su nombre, CONÓCENOS+ . Para ello se elaboró un libro, único en su especie, mejor, elaboramos un "mini manual de dominicanismo" escrito por distintos miembros de FD, con tres bloques diferenciados: una reflexión bíblica sobre la vocación, una nube con doce valores dominicanos -los esenciales que todo miembro de Familia Dominicana debe conocer- y un dossier sobre el acompañamiento vocacional.

Al inicio de la jornada se explicó, también, otro de los objetivos fuertes que teníamos para nuestra reflexión en esos días: cómo integrar en un mismo proceso pastoral lo juvenil y lo vocacional: ¿tienen que estar unidas ambas pastorales, o es mejor separarlas dentro de un trabajo coordinado o dejar sólo -como se suele hacer en el mundo anglosajón- la pastoral vocacional? (lo juvenil allí es responsabilidad de cada institución). Fr. Gerard Dunne OP, encargado de la promoción vocacional de la Provincia de Irlanda (respondiendo a tres preguntas que por email le hicimos), nos contó cómo ellos coordinan lo vocacional con lo juvenil, y cuál es el cometido que tiene el promotor vocacional: dedicación exclusiva, predicar durante todo el curso en todas sus iglesias, semanas de oración vocacional, visitar colegios mayores para charlar con universitarios y la importancia de tener presencia en las redes sociales, todo esto ha contribuido -según sus palabras- al "moderado éxito" o renacimiento vocacional que ellos están experimentando.

Nuestras jornadas contaron con la colaboración y aporte de distintos expertos, tanto de Familia Dominicana: Congregación de S. Domingo y OSD, como de otras congregaciones religiosas: carmelitas de vedruna, claretianos y jesuitas, que nos hablaron del acompañamiento y encuentro: de enseñarles a leer los relatos de su vida para que puedan ver las huellas de Dios (pasar de ser "surfeadores" a "buceadores" de experiencia), de la importancia de gastar horas para escucharles y de lo necesario que es integrar la pastoral a partir de la infancia, ¡hasta la universidad!. La ciencia de la comunicación tuvo, también, su lugar: se nos habló de la importancia, y esto con ejemplos concretos, muchos de ellos conocidos en publicidad eclesial y comercial, de lo que en primer lugar no deberíamos hacer si queremos tener presencia social significativa y de la importancia hoy del "marketing relacional", indispensable si queremos hacer cualquier campaña exitosa y llegar a un público joven que no conoce ni a la Iglesia ni a la Orden. PJV mostró las experiencias que en lo vocacional se están haciendo y el nuevo -y muy bien elaborado- video de promoción vocacional, el cual recibió aplausos de la asamblea. El momento lúdico, también estuvo presente después de un largo día de reflexión: con el personaje inventado, "sor Anestesia", que fue a las jornadas para mostrarnos cómo la alegría y el Evangelio tienen que ir de la mano en nuestro trabajo juvenil. La oración diaria y la bella eucaristía de clausura, concelebrada con hermanos franciscanos conventuales y jesuitas, e interpretada con la maestría de siempre del coro juvenil de Conde de Peñalver, fueron el tono y la culminación de una gran jornada de amistad, comunión y reflexión (en breve subiremos todas las charlas a nuestro canal jovenesop de Youtube).

Vayan nuestros agradecimientos a todos los que asistieron; a los ponentes por la profundidad de sus reflexiones, a los que estuvieron en el ministerio de la música y en los trabajos organizativos. Y a las hermanas de la Sagrada Familia por dejarnos sus instalaciones y colaborar en todo para el éxito de estas jornadas. Si este encuentro va a servir para generar nuevas ideas, sanos debates, apartados tanto de la complacencia ("que bien que lo hacemos", o no hacer nada) como del victimismo ("que mal que lo hacemos"), renovar ilusiones -¡tan necesarias hoy!- y aprender de quien lo hace bien, es que estamos, entonces, de cara al futuro, en la mejor de las direcciones dentro de una sana, renovada y creativa Pastoral Juvenil y Vocacional.

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