Entrevista a Fray Manuel Díaz OP antes de su retorno a Chile.
1 de abril de 2011
Fray Manuel Jesús Díaz Díaz nace en Santiago de Chile en el año 1977. Entra a la Orden el 25 de Febrero del 2001 y efectúa su noviciado en Mar del Plata (Argentina). Emite su profesión Solemne 10 de Marzo del 2006 tras cuatro años de estudiantado. Es ordenado diácono el 12 de Junio del 2010 en la iglesia de nuestro Convento de N.P. Santo Domingo de Torrente. Desde el 28 de Febrero del 2009 reside en el convento valenciano del Pouet de Sant Vicent.
P. Manu, ¿Cuáles fueron tus motivaciones y objetivos a la hora de venir a estudiar a España?
R. Una vez terminado el Bachiller en Teología por la Universidad Católica de Chile, intenté cumplir lo que los estatutos de formación de mi Vicariato mandaban: que todos los frailes estudiemos una Licenciatura en Teología. En chile no existía la especialidad que a mi me agradaba, es decir Biblia. Pero tuve suerte y en una visita canónica de Fray Antonio García OP, que entonces era socio del Maestro de la Orden para las provincias ibéricas, me propuso venir a Valencia, a la Facultad de San Vicente Ferrer, para poder cumplir mi deseo.
P. ¿Cuáles eran tus esperanzas y tus miedos al llegar a España?
R. Mi mayor esperanza la era la de culminar los estudios con el debido rendimiento. Pero también había otras como la de conocer otras realidades de la Orden, y la expectativa de estudian en un centro académico dominicano, ya que en Chile no contamos con esa suerte. Mi único miedo era la nostalgia y querer volver a casa antes de poder cumplir con todo lo que me había propuesto.
P. En estos dos años has vivido en una sola comunidad pero que ha experimentado un cambio significativo: de casa de formación a casa común. ¿Cómo has vivido tu estancia en esta comunidad?
R. En un primer momento me costó “volver” a ser estudiante una vez acabada la formación en mi vicariato, pero una vez se trasladó la casa de formación al Real Convento de Predicadores he podido vivir un anticipo de lo que voy a experimentar a mi vuelta a Chile: comunidades pequeñas, fraternas y volcadas al estudio de la Teología y el ministerio.
P. ¿Qué te han parecido tus estudios en la Facultad de Teología San Vicente Ferrer de Valencia?
R. He descubierto el amor por la Sagrada Escritura, de manera especial por el Antiguo Testamento. Los cursos han sido muy provechosos. La profundidad en los estudios ha significado poder adquirir nuevos conocimientos a transmitir en la predicación a mis hermanos de Chile. Recomendaría completamente la experiencia de estudiar fuera, sobretodo para los hermanos que quieran profundizar no sólo a nivel de estudios sino también en su vida dominicana.
P. A lo largo de este tiempo has vivido muchas cosas: tus estudios, la licencia, el convivir con los estudiantes de toda España, profesiones solemnes de compañeros, trabajo pastoral en la parroquia de santa Marta, dos meses de perfeccionamiento de Inglés en Galway (Irlanda), el encuentro internacional del MJD de Fátima en verano del 2009 y tu ordenación diaconal, ¿qué destacarías de todo ello?
R. Mi ordenación diaconal ha sido muy importante para mi y una manera de ahondar en mi vocación de predicador. Gracias a ella he podido administrar diversos sacramentos. Recuerdo con mucho cariño mi primer bautismo (la niña se llama Paula) y especialmente mi primera boda de Ricardo y Sally hace tan sólo unas semanas. También participé en el Capitulo Provincial de la Provincia de Aragón del 2009 como ayudante del secretario. Esta experiencia me permitió conocer más el funcionamiento de la Orden y de la democracia dominicana, pudiendo admirar la profundidad de los temas y la transparencia con que se trataron. Otra experiencia grata ha sido conocer el MJD de Valencia, ya que yo era el encargado del movimiento en Chile. Así he podido dar continuidad a mi amistad con la rama más joven de la familia dominicana.
P. También has vivido momentos duros y de tensión como el terremoto de Chile.
R. Efectivamente. Estar lejos de la familia y no poderme comunicar con ellos sabiendo que la situación es grave y complicada fue muy duro. Pero después de la tensión pude asegurarme de que la familia, los amigos, los frailes y la familia dominicana estaban todos bien. Y pude tomando conciencia de que el país se encuentra destruido en su zona centro.
P. Tú que has conocido la situación de los dominicos en España de primera mano ¿qué nos aconsejas para el futuro?
R. Que no se desanimen por las escasas vocaciones. Éste será un mal momento pero también un reto para leer los signos de los tiempos y prepararnos para lo que la Iglesia y la Orden nos desafía.
P. ¿Cuáles son tus planes ahora que vuelves a Chile?
R. Volver a Chile en tres días, trasladarme a mi nueva comunidad de Apoquindo, disfrutar de mi familia y mis amigos, celebrar todas las bodas y bautizos que tengo pendientes y acumulados, ¡que son muchos!. También tramitar mi ordenación presbiteral y comenzar mis primeras experiencias como profesor en el Centro de Teología para Laicos de los Dominicos de Chile “J. M. Lagrange”.
Pero mi ausencia va a ser corta, ya que el Vicario y el Consejo vicarial determinaron hace poco, después de haberles presentado yo mismo un proyecto, volverme a enviar a Valencia para cursar los cursos de doctorado. Así que espero poder estar con ustedes muy pronto.