La espiritualidad dominicana está al servicio de la justicia y la lucha por los Derechos Humanos
29 de enero de 2016En la recta final de las Conversaciones de San Esteban ha intervenido Antonio Osuna Fernández Largo, con el tema: ‘La Orden dominicana al servicio de la justicia de los derechos humanos’. Comenzó enmarcando el momento en el que vivimos como la época de los Derechos Humanos, pero los humillados siguen siendo una realidad, pobreza, refugiados, familias en la indigencia, etc. En ellos se ve el rostro de Cristo injustamente condenado, ya que en su pasión se violaron todos los derechos del hombre.
Los Derechos Humanos son el patrimonio ético en que se fundamenta la convivencia ciudadana, hasta llegar a esta realidad se ha vivido todo un proceso histórico, pudiendo titular la ponencia de hoy como “la lucha por la justicia humana”. En el siglo XX, tragedias como la Guerra Mundial, los campos de exterminio, la autodeterminación y los derechos de los pueblos, los derechos de las mujeres, los Totalitarismos, la esclavitud, la trata de personas, el terrorismo, personas desaparecidas, han servido como lucha por la justicia de nuestro tiempo. En 1948, las Naciones Unidas publican la Declaración Universal de los Derechos Humanos, 1966 se firma el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, después seguirán otras Cartas. Es admirable como comienza la Declaración Universal: Considerando que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana (…)
Desde el siglo XVIII, las declaraciones de derechos han evolucionado, dos factores contribuyeron al desarrollo de éstos: La autodeterminación de la razón humana en el Siglo de las Luces y la idea de que cualquier individuo aislado es la realización de la especie humana. A estos factores contribuyó la reforma luterana, la filosofía de Descartes con su duda metódica, las teorías del Contrato Social y sobre todo, el Derecho Natural. Cercano al Derecho Natural es la ley natural, que funda los derechos de la persona sobre la naturaleza del hombre y su convivencia con los demás.
La Orden Dominicana ha contribuido a este desarrollo de estos derechos, como parte de la realidad de la Iglesia, tanto en la teoría como en la praxis de los mismos. En la Orden se fue construyendo desde el principio un entramado doctrinal, que tiene su mejor exponente en el pensamiento de Santo Tomás de Aquino. Afirmando que la revelación de Dios no anula el Derecho Natural, que existe por determinación de la razón. Una serie de hechos históricos fueron configurando una praxis con la base doctrinal. Pero no sólo fue una praxis, sino una investigación en los campos del saber moral para introducir la justicia en la vida humana. El Ponente subrayó algunos momentos importantes de la Orden, entre otros posibles como la Escuela de Salamanca en el siglo XVI, la figura de Dominique Pire, la presencia y lucha de dominicos en Irak, la lucha en América del Sur contra las industrias madereras y mineras.
El Descubrimiento de América coloca la doctrina del Derecho Natural en primer plano. Francisco de Vitoria afirma que el Derecho Natural está impreso en la razón humana, es lo que es justo para las personas. Lo justo apunta a la razón y lo injusto será lo contrario a la recta razón. La ética versa sobre la persona humana y su libertad, cuanto más se conozca la libertad mejor se conoce los derechos, una libertad individual y social. El Derecho Natural no es algo espontáneo, ni del hombre primitivo, es el derecho en el estado final de la humanidad, elevado a la máxima razón. Es la gloria de la razón humana. Para Francisco de Vitoria, todo lo que parte de los principios evidentes, será también Derecho Natural. Como no recordar a Montesino en el cuarto domingo de Adviento, es el toque de salida de la lucha de la Orden dominicana por los derechos, …¿Con qué derecho y con qué justicia tenéis en tan cruel y horrible servidumbre a estos indios? ¿Éstos no son hombres? ¿No tienen ánimas racionales? ¿No estáis obligados a amarlos como a vosotros mismos?. Ese discurso fue escuchado por Bartolomé de las Casas que inició su lucha por la dignidad humana.
Dominique Pire, dominico belga recibió el premio Nobel de la Paz, por su acción de ayuda a los refugiados a salir de los campos y a encontrar una vida en libertad conforme a la dignidad humana. Destacará por su ayuda a los refugiados abriendo centros de acogida, su lucha no sólo estaba reservada a cristianos, su lucha fue por los indefensos. Su ayuda permitió la reconciliación entre los pueblos, construyendo una Europa desde la razón.
Destacar a los dominicos en Irak, luchando por los derechos de los cristianos desplazados y expropiados por el ISIS. Viviendo en condiciones muy precarias y sin ninguna ayuda y soportando condiciones muy duras con la llegada del invierno.
La lucha de los misioneros dominicos contra las industrias extractoras en América Latina, que realizan actividades contrarias a los derechos ecológicos con la extracción de madera, oro, gas, etc. Estas empresas violan de forma continuada los derechos de los indígenas, provocando desigualdades sociales, trata de personas, pobreza, desforestación, injusticias y miseria. Crean una prosperidad artificial que no incide en la mejora de las personas, sino que provoca unas condiciones precarias.
Benedicto XVI afirmó ante la Asamblea de las Naciones Unidas que la paz se basa en la justicia y los derechos, los Estados no están por encima de las personas, debiendo ser protegidas y tuteladas para conseguir la paz. Uno de los organismos más importantes de la orden es “Justicia y Paz”, ambas realidades no son algo añadido es algo central en la construcción del Reino, no se puede permanecer inmune a la violación de los Derechos. Su prioridad en la lucha por los Derechos los canaliza no sólo a través de “Justicia y Paz”, sino a través de otros organismos como “Selvas Amazónicas”, “Acción Verapaz”, “Ra’ykera “, etc. La espiritualidad de la Orden dominica está implicada en la lucha por la justicia, uno de sus principales objetivos es la lucha por los Derechos Humanos, la promoción de los pueblos y culturas y los más necesitados a través de la cooperación de los países empobrecidos.
Juan Antonio Mateos Pérez