Fallece fray Álvaro Rodado 1944-2016
10 de abril de 2016Fray Álvaro Rodado García nació en Albaladejo (Ciudad Real) el 4 de diciembre de 1944. Ingresó muy joven en la Escuela Apostólica de Almagro desde donde pasó al noviciado dominicano de la provincia Bética en el convento de Scala Coeli de Córdoba. Allí emitió su profesión el 21 de septiembre de 1963.
A continuación, paso al Estudio General de los dominicos de Andalucía, establecido en el Convento de Santa Cruz la Real de Granada. Allí realizó sus estudios de Filosofía y Teología en los años cercanos al Concilio Vaticano II, empapándose de los cambios teológicos, pastorales y dominicanos que acompañaron esta etapa de la Iglesia, los cuales marcaron su trabajo, su personalidad y su entrega como fraile predicador. Completó su formación teológica en el Convento de San Pedro Mártir de Alcobendas.
Ordenado sacerdote en 1970, fue destinado a Caracas. Allí desplegó una intensa tarea pastoral en la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús y en el Convento de Ntra. Sra. del Monte Carmelo a la vez que cursó la Licenciatura de Periodismo. La comunicación era una de las facetas humanas que más le apasionaba, tratando de abrir cauces al anuncio del Evangelio a través de su cercanía personal, su bonhomía y sus dotes comunicativas en las distintas misiones y responsabilidades que la Orden le encomendó.
Tras su servicio en Venezuela durante casi 20 años, regresó a España en 1990, destinado el Convento de San Jacinto de Sevilla, desde el que sirvió a la Provincia Bética como Promotor de Vocaciones, tarea que desempeño con gran celo, desplazándose a numerosos lugares para mantener convivencias y acompañar vocacionalmente a cuantos jóvenes mostraban inquietud por la vocación dominicana. Acabada esta misión, fue nombrado Maestro de Estudiantes de la Provincia Bética. En esta etapa de su vida comenzó igualmente el acompañamiento de un equipo de matrimonios perteneciente a los “Equipos de Nuestra Señora”. No dejó de ser consiliario de su equipo durante el resto de su vida dejando en ellos una huella profundísima tanto personal como evangélica.
Elegido Prior en el Convento de Santa Cruz la Real de Granada, desempeñó este cargo en sucesivas ocasiones, a la vez que fue Párroco de la “Parroquia de Santa Escolástica” de Granada, atendida por esta comunidad dominicana en la Iglesia de Santo Domingo, hasta que el Señor lo llamó a su presencia el día 7 de abril de 2016.
Fray Álvaro fue un hombre bondadoso, noble, hermano de sus hermanos y amigo de sus amigos. En sus entrañas misericordiosas y plenas de compasión tenían cabida cuantos pasaban por su vida. En sus hermanos de comunidad, en los jóvenes que comenzaron con él su andadura dominicana, en los matrimonios que acompañó y, muy especialmente, en la Parroquia de Granada ha dejado una huella profunda de bondad y cercanía.