Se cubrieron los objetivos previstos para este lapso que concluyó con la celebración de la Eucaristía y posteriormente un grato momento de compartir entre los asistentes al curso con la aportación de cada uno.

Porque el objetivo del centro no es sólo impartir unas materias, sino ir generando una convivencia y comunión en la fe junto con los conocimientos y las vivencias de cada miércoles. Un camino compartido que hace del estudio una realidad que va más allá de lo puramente académico, para situarse en un proyecto de crecimiento en la vida cristiana.

Si cada miércoles se avanza en el tema propuesto para este curso, somos conscientes de ir avanzando también en el crecimiento de la vida conforme al Evangelio y en el compromiso que se deriva de él. Por eso se concluye con la celebración eucarística y un ágape fraterno que profundiza los lazos de comunión que el día a día del curso hace surgir.

Volveremos a retomar el curso cuando finalicen las celebraciones de la Natividad del Señor. Desde aquí queremos desear una feliz Navidad y Año nuevo a toda la Orden y familia Dominicana.