La familia dominicana en España trata de implicarse en los ámbitos de la cultura y el arte como escenarios de la Nueva Evangelización a la que la Iglesia invita a la vida religiosa a aportar toda su fuerza innovadora.

La aportación de los dominicos a la propuesta eclesial del Atrio de los Gentiles ha comenzado con la amistad. Esto es muy importante. No es la curiosidad o el proselitismo lo que nos mueve, sino la amistad. En la tradición dominicana hay una relación muy estrecha entre verdad y amor: “Al igual que el amor procede de la Verdad, el amor lleva al conocimiento de la verdad” (Sto. Tomás de Aquino).

Cuando fuimos a buscar la complicidad de los artistas para el proyecto acudimos primero a los amigos, después a los conocidos de los amigos. Apostamos por artistas jóvenes, pero también por artistas o referentes en el mundo de las letras ya consagrados, a quienes invitamos por considerar que tenían algo importante que contar. Llegaron con sus experiencias y obras: desde, Ávila, Granda, Madrid, Salamanca, Valencia, Valladolid, también desde Bélgica, Colombia, México y Rumanía.

Formatos Senti2. La huella del espíritu

Los tres formatos del Atrio de los Gentiles en versión dominicana, que se presentaron juntos en el Centro Cultural Casa de Vacas del parque del Retiro de Madrid han sido: Formato Expo, Formato Conversaciones y Formato Cine.

El Formato Expo consistía en una exposición colectiva en la que once artistas (Adriana Vinchira, Andrei Ciurdarescu, Ángel de La Peña, Astrid Balinska, Claudia Stilianopoulos, Eduardo Scala, Jonathan Pau, Yosi Anaya, Pepe Buitrago, Siro López) expresaban a través de sus obras tanto su visión respecto a la realidad que viven como alguna propuesta de sentido. Cada uno de ellos trajo a la exposición una obra de libre disposición en formato grande (pintura, escultura, instalaciones, video art, etc) y otra en formato pequeño que consistía en un “Libro de artista” (Ver vídeo de la inauguración / Ver álbum de fotos).

Simultáneamente a la exposición colectiva se desarrollaba el Formato Conversaciones, foro abierto en el pequeño teatro del centro cultural Casa de Vacas. El mismo día de la inauguración, moderados por Guadalupe Viola, Vicente Gallego (poeta) y los artistas Eduardo Scala y Siro López, dialogaron entre ellos y con el numeroso público presente, a cerca de la huella del espíritu en sus procesos creativos. Con fuerza y sensibilidad, dejaron al descubierto qué tipo de “espiritualidad” está en la base de sus vidas y obras (Ver vídeo de la conversación / Ver álbum de fotos).

Moderados con audacia por el periodista Juan Carlos Soriano, sentamos en el escenario de las conversaciones al premio nacional de literatura y narrativa Gustavo Martín Garzo para dialogar con el profesor de filosofía Juan Manuel Almarza (dominico) sobre la huella del espíritu en la palabra. Ellos lograron uno de los momentos más auténticos del Atrio, compartiendo con rigor sus puntos de vista y experiencias desde las dos orillas entre las que fluye el río de la vida, no creyente y creyente. La conversación fue construyendo un puente para el entendimiento, asentado en los pilares del valor de la memoria, la sabiduría patente de los relatos, la preparación para la vida y la interpretación de su sentido en los cuentos, la filosofía y los personajes bíblicos (Ver vídeo de la Conversación / Ver álbum de fotos).

La última de las conversaciones tuvo como protagonistas a los poetas: Raquel Lanseros (filóloga), y Antonio Praena (dominico y profesor de teología), moderados por un tercer poeta, Álvaro Fierro. No defraudaron al público en su diálogo sobre la huella del espíritu en el cuerpo. Hubo disertación e intercambio acerca de cuestiones como la relación entre alma, espíritu, cuerpo; los sentidos, los límites y oportunidades del lenguaje (Ver vídeo de la conversación / Ver álbum de fotos).

El tercer formato escogido prestó atención al lenguaje audiovisual. El Formato Cine, coordinado por Clara Janneth Santos, experta en comunicación, propuso un ciclo de tres películas con las que acercarnos a reflexionar juntos a cerca de la huella del espíritu en lo cotidiano con la película “Muy lejos, muy cerca” (Mir-Karimi, Irán, 2005); la huella del espíritu en el humor con “La vida es un milagro” (E. Kusturica, Serbia, 2004) y la huella del espíritu en la religión con “De dioses y hombres” (Francia, 2010) Ver álbum de fotos.

El colofón del Atrio de los Gentiles (Dominicos) invitaba a todos los participantes al movimiento, a cambiar de escenario. “La huella sonora” convocó a todos a una ceremonia de clausura donde pronunciar la gratitud y la búsqueda. Fue el momento de sumar al Atrio la aportación del lenguaje musical. Las interpretaciones de la organista Martha Misztal y los coros Cristóbal de Morales y A Capella, se entrelazaron con la recitación de poemas y textos bíblicos. El resultado fue una sinfonía que invitaba a continuar buscando y escuchando las huellas del espíritu (Ver vídeo de la Clausura / Ver álbum de fotos).

Conscientes de su importancia, a este proyecto se asociaron también desde su propio carisma las monjas dominicas contemplativas de un monasterio de Madrid cercano al Retiro. De este modo la predicación en familia estuvo completa, frailes, monjas, hermanas y laicos. Al terminar la experiencia podemos afirmar con el Sal 64, “Dichoso el que tú eliges y acercas para que viva en tus atrios”.