En la ciudad de Montevideo, en nuestro convento de Camino Maldonado, fray Flannan celebró sus 60 años de vida sacerdotal dentro de nuestra Orden. Después de ser Provincial de Irlanda y Socio del Maestro de la Orden, fray Flannan se integró en el Vicariato de la Provincia de Aragón de América del Sur, donde ha entregado su vida al anuncio del evangelio entre los más pobres.

El domingo 12 de julio, en un ambiente festivo y fraterno, se celebró en Montevideo (Uruguay) la Misa de acción de gracias a Dios por los 60 años de ordenación sacerdotal de fray Flannan Hynes. Fue acompañado en la celebración, entre otros, por el Prior Provincial, el Vicario, frailes de las distintas comunidades del Vicariato, hermanas dominicas irlandesas, miembros de la familia dominicana de Uruguay, un buen grupo de feligreses de las dos parroquias que atendemos los dominicos en Montevideo y en Maldonado... unidos todos por el aprecio y cariño hacia fray Flannan.

En la homilía, él mismo fue nombrando los distintos lugares donde ha vivido su ministerio sacerdotal, en servicios como Provincial por dos veces de Irlanda y como Socio del Maestro de la Orden, fray Damian Byrne; y sobre todo en su entrega pastoral entre los más pobres de América Latina, primero en Recreo, un pueblo de la Provincia de Catamarca y después en un barrio marginal de la ciudad de Paraná (Argentina), en estos últimos años formando parte de nuestro Vicariato, en Asunción (Paraguay), en la parroquia de la Santísima Trinidad de Camino Mandonado y en el interior de Uruguay. Años de gran entrega que le permitieron experimentar cómo el Señor le bendecía a través de todas las personas con las que compartía el compromiso por la extensión del Reino.

Al final de la eucaristía, un matrimonio de las CEBs (Comunidades Eclesiales de Base) a las que el P. Flannan acompaña pronunció unas palabras de agradecimiento a su persona, y fray Martín Gelabert resaltó la bendición que significa para el Vicariato de la Provincia de Aragón en América del Sur contar con su presencia y testimonio. Terminamos con un canto, pedido expresamente por fray Flannan, que recoge los anhelos más íntimos que le animan cada día a entregarse con renovada ilusión a los "desposeídos" del Uruguay...  "Y llegará un nuevo día, un nuevo cielo, una nueva tierra, un nuevo mar. En ese día, los oprimidos, en una voz, la libertad proclamarán".

 Fray Rafael  Colomé