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“Hay que conocer a Práxedes para imitarla”

6 de mayo de 2016

¿En qué situación se encuentra ahora mismo el proceso de Práxedes  Fernández?

El pasado diciembre de 2014, el Papa Francisco la declaró venerable, es decir, que se reconocían sus virtudes heroicas. Esto es muy relevante, porque los santos están para venerarlos, pero sobre todo para imitarlos. Creo que es importante conocerla y conocer su vida para imitarla.

Está siendo un proceso muy largo, porque comenzó ya en 1953, es decir, no mucho después de su muerte que sucedió el 6 de octubre de 1936, cuando Oviedo estaba sitiado. Poco después de finalizar la guerra, ya empezaron a reconocerse las virtudes que se declararían luego heroicas; para pedirlo, hubo bastantes manifestaciones en Mieres a las que asistió mucha gente, tanto allí como en los dominicos de Oviedo y otros lugares de Asturias.

Práxedes era laica dominica. Sería una muy buena noticia que fuera declarada beata precisamente en este año del octavo centenario de la fundación de la Orden.

Sí, sería buena noticia pero los procesos de beatificación son muy complejos y largos, y de momento la ley exige que haya un milagro y eso es muy complicado porque tiene que intervenir mucha gente, muchos médicos, especialistas, etc. En realidad, no son pocos los devotos que le atribuyen a Práxedes su intercesión ante algún tipo de apuro como una enfermedad, pero el proceso es muy largo y en este año no se va a producir.

Hubo una época, sin embargo, en que la figura de Práxedes era muy conocida en Asturias.

Sí, sobre todo a partir de los años 60 y 70 llegó a ser muy conocida, y luego su figura se ha ido diluyendo un poco. Sin embargo, creo que es una mujer magnífica, una laica sencilla, esposa de minero, madre de mineros, y tuvo un hijo dominico también. Fue  él quien ya, al poco de morir su madre, como 6 u 8 años después, escribió un poco su vida porque tuvo la suerte de tener una amplia correspondencia con ella, y guardó todas esas cartas, y en esos testimonios se veían unos niveles de vida cristiana muy hondos. Llamaba la atención su cariño y su compromiso hacia los más necesitados, los enfermos, y todo ello en un ambiente donde no era fácil ser cristiano, porque la  década de los 30 en la cuenca minera de Mieres no fue fácil. Ella presenció, por ejemplo, la revolución de octubre, o la quema de la iglesia parroquial.

En esas cartas, ¿qué virtudes se pueden observar?

En realidad las cartas son muy interesantes, pero no sólo tenemos testimonio de sus virtudes por ellas. Cuando se inició el proceso, aún vivían muchos testigos que habían conocido a Práxedes, y que testificaron bajo juramento. Todo eso está recogido en la Positio, o sea, la petición que se envía a Roma para iniciar todo el proceso de beatificación.

En todos esos testimonios, junto con las cartas se observa una profunda y seria vida cristiana, una fe muchas veces difícil de vivir, y segundo una gran caridad, de una mujer comprometida con hechos muy concretos, especial- mente los enfermos, y un estar por encima de graves circunstancias como fue la revolución de octubre en la cuenca minera, donde no sólo perdonaba, sino que acogía a todos, los que pensaban como ella y los que no. Yo creo que eso es ejemplar para aquel momento, entonces y para siempre.

Fuente: "Esta hora". Boletín informativo del Arzobispado de Oviedo.

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