Inauguración del curso 2015-2016 de la Facultad de San Esteban
13 de octubre de 2015El día 8 de octubre de 2015 la Facultad de San Esteban de Salamanca, y sus Extensiones ubicadas en la misma ciudad, inauguró oficialmente el curso 2015-2016 con la celebración de la misa del Espíritu Santo en la capilla de la Asunción, a las 19 horas, presidida por el obispo de la ciudad, Mons. Carlos López Hernández. Tuvo la homilía el Presidente de la Facultad, el Prof. Manuel Ángel Martínez, quien, tomando como pretexto el próximo Jubileo Extraordinario de la Misericordia, convocado por el papa Francisco, y que dará comienzo el próximo 8 de diciembre de 2015, habló sobre la importancia de la misericordia, no sólo en la vida humana y cristiana, sino también en el estudio de la teología, pues, citando una homilía del papa Juan Pablo II, subrayó que la misericordia es una gran posibilidad para conocer «el verdadero rostro de Dios y el verdadero rostro humano»; atributo, por tanto, que está relacionado con el dogma y con la antropología teológica.
Seguidamente tuvo lugar el Acto Académico presidido por el representante del Vicecanciller, el Prof. Jesús Díaz Sariego, O.P. Dio comienzo al acto el Presidente de la Facultad con unas palabras de saludo a los asistentes, y mencionando los importantes acontecimientos bajo los que se desarrollará el nuevo curso, que serán un estímulo para la reflexión teológica: el Sínodo de la Familia, que se está desarrollando en Roma precisamente en estos días; la Asamblea diocesana de la diócesis de Salamanca a la que la Facultad dedicará tres sesiones del ciclo de Conversaciones de San Esteban, llevando por título «Luces para la ciudad, encuentro en asamblea diocesana»; el 800 aniversario de la confirmación de la Orden de Predicadores, al que se dedicarán el resto de las sesiones de las Conversaciones de San Esteban, y que llevarán por título: «Lugares, caminos, encuentros,…»; otros eventos de la Facultad, como algunos de los cursos, estarán al servicio de esta misma celebración; y también recordó el Jubileo de la Misericordia, que comienza justamente el día en que se celebra el cincuentenario de la clausura del concilio Vaticano II, acontecimiento que –como señala el papa Francisco– sigue teniendo un significado especial para la Iglesia, y que nos alienta a continuar la obra comenzada por él bajo el impulso del Espíritu Santo. En la bula de convocatoria de este Año Jubilar, Misecordiae Vultus, el mismo pontífice afirma que «la Iglesia siente la necesidad de mantener vivo este evento». Con este motivo, entre otras cosas, la Facultad dedicará el aniversario de la muerte del P. Juan González-Arintero a reflexionar sobre el Amor Misericordioso, devoción que el místico dominico leonés difundió con gran entusiasmo y energía en los últimos años de su vida, llegando a ser considerado como verdadero apóstol del Amor Misericordioso. Arintero era muy consciente de que los grandes misterios de la fe, como la encarnación y la redención, sólo se pueden comprender y vivir cuando se penetra en el secreto del motivo que les dio origen, es decir, en el amor infinitamente misericordioso de Dios hacia la humanidad. Afirmaba con convicción que el Amor Misericordioso representa la entraña y el núcleo del Evangelio, y –podríamos añadir–, por tanto, de la teología.
Después de unas palabras de agradecimiento a todas las personas que hacen posible la vida académica de la Facultad, dio la palabra al Secretario de la misma quien leyó la memoria académica del curso 2014-2015.
Seguidamente tuvo lugar la lección inaugural, a cargo del Prof. Dr. Miguel Ángel Medina Escudero, O.P., doctor en misionología y actualmente profesor en la Facultad de Teología de la Universidad Católica San Dámaso de Madrid. La lección tuvo por título: Estudio, contemplación y predicación en la Orden de Predicadores a lo largo de su centenaria historia. En ella destacó la importancia del estudio en la Orden dominicana a lo largo de su historia, pero subrayando que se trata de un estudio contemplativo y totalmente apostólico; es decir, un estudio que no busca la erudición, sino encarnar la compasión de Cristo el Buen Pastor; un estudio al servicio de la predicación evangélica. Santo Domingo no fundó una Orden de profesores, sino de apóstoles. La compasión es –a su juicio– la única clave de este estudio. En este sentido se preguntó si no es providencial que el Jubileo de la Orden de Predicadores coincida con el Jubileo de la Misericordia. Y enfatizó que no puede darse la apostolicidad y la vida evangélica sin ese valor transversal de la misericordia. Tampoco la oración es realmente dominicana sin la compasión por la humanidad. Los conventos dominicanos se convirtieron en verdaderas casas de predicación. El estudio estaba al servicio de un proyecto, y aportaba la conversión del corazón del propio dominico. Este estudio se caracteriza además por ser comunitario; es también una ascesis de santificación que abre el corazón del estudioso a Dios y al prójimo. Nace en la oración y recibe luz de la contemplación. No se estudia para ser más inteligentes, sino para ser más receptivos. Este estudio prepara para estar abierto a lo que el Señor tenga a bien darnos. Tiene que ser un estudio teologal que se inicia con la gracia del Espíritu Santo; y, además, tiene que ser interdisciplinar. El verdadero estudio que Domingo plantea tiene que desembocar de nuevo en la misión. Mirando al futuro el Dr. Miguel Ángel Medina señaló tres dimensiones del lemaVeritas: la caridad de la Verdad como modo dominicano de amar a Dios y al prójimo, la Justicia (juntar el hecho con el Derecho), y la Misericordia. El Prof. Jesús Díaz Sariego, O.P., después de dirigir unas breves palabras a todos los asistentes, en nombre Vicecanciller de la Facultad, declaró inaugurado el curso académico 2015-2016.
Al acto asistieron unas cien personas, que continuaron el encuentro en torno a un vino de honor.
Inauguración del curso 2015-2016 de la Facultad de San Esteban