Jornada por la Paz en la Familia dominicana de Barcelona.
7 de febrero de 2011Pronunció una charla Maite Zabalza con el tema “Por una ciudadanía alternativa, transfronteriza”. La ponente es educadora social. Hace un año que vive en una comunidad intercongregacional formada por una religiosa Ursulina, una del Sagrado Corazón y ella que pertenece a las Dominicas de la Enseñanza, en la barrio de Lavapies de Madrid. Presentó su trabajo en el barrio desde la perspectiva de la Justicia y la Paz con una mirada atenta al cuidado de la tierra.
Uno de los objetivos que se propone esta comunidad, formada por todos los que viven en Lavapies, es la espiritualidad de la mirada: ¿Cómo miro, a quién miro? Es la espiritualidad del Éxodo: “He visto el sufrimiento de mi pueblo” o también la del pasaje del Génesis cuando Abrahán está en su tienda en la encina de Mambré: el patriarca levantó los ojos y he aquí que había tres individuos delante suyo. Dios mira y ve el sufrimiento de su pueblo. Abrahán levanta la mirada y ve a tres individuos que le traen una buena noticia. La mirada es algo primordial. Ser hombres y mujeres contemplativos, tener una mirada honda, penetrante hacia los que generalmente son invisualizados.
En el Evangelio vemos como Jesús supo ver la sed de la mujer Samaritana, el amor de la mujer que rompe el vaso de alabastro a sus píes. Es significativo que Jesús elije como cuartel central de su misión Cafarnaún, lugar fronterizo, paso de caravanas, es un lugar de encuentro entre distintas culturas y ciudad con mucha población pagana.
Es urgente que llevemos un anuncio del Evangelio, hacer un encuentro relacional en el que se encuentre Dios. Saber descubrir el Espíritu presente en el mundo de culturas y países diversos, saber descubrir las semillas del Verbo del cual está empapado el mundo. Es necesario ver las cosas como Dios las ve. Como las supo ver la primera comunidad dominicana de la isla Española. Esta comunidad decidió hacer un sermón en el desierto de las conciencias de los españoles. Antonio Montesinos fue quien proclamó el sermón preparado por todos los frailes con las frases que abogaban a favor de los indígenas: “No son hombres, acaso no tienen alma”. Lo que dio fuerza a esta predicación fue la comunidad, porque cuando los españoles se fueron a quejar al prior éste respondió a las acusaciones contra el fraile que eran todos los que habían preparado el sermón.
Lavapies es un barrio multicultural. En el Evangelio vemos como Jesús sale de las fronteras de Palestina y va hacia los extranjeros. Tenemos el caso de la sirofinicia y atiende a su súplica. Es por tanto una mujer pagana y extranjera. Es un ejemplo para nosotros. Hay que tejer con hilos nuevos, los hilos de la diversidad, posibilitar la relación intercultural. No ver las diferencias como un obstáculo. En el barrio nos dejamos acompañar por ellos y con ellos, ellos son los protagonistas. Se han formado en el mismo barrio muchas asociaciones, centros de encuentro, donde se celebran las fiestas de las diversas culturas, su fe. Lavapies es un lugar sin fronteras las cuales se mueven como las banderas.
Al terminar la exposición la Hermana Lucia Caram del convento de Sta. Clara de Manresa, nos hizo un resumen del trabajo que realizan en esta ciudad: con la colaboración de cien jóvenes voluntarios ayudan a 800 familias de la ciudad en un banco de alimentos.