Hace dos años nacieron los Veranos de El Vedat. Una iniciativa que pretende unir en diálogo la fe y la cultura. Se aprovecha así este período vacacional donde se incrementa el número de habitantes de esta zona, en la que se encuentran los dominicos. Para lo cual se hace la propuesta de un modesto programa de actividades que pretenden incentivar la vida y el compartir entre los que acuden al templo, más allá de las distintas celebraciones eucarísticas del fin de semana.

  Por motivo de la pandemia se tuvo que hacer un paréntesis el pasado año. Este verano se ha retomado la tarea. La primera actividad se llevó a cabo el  viernes 9 de julio con  la presentación del libro Esperanza entre rejas. El autor del mismo, don José Miguel Martínez Castelló, doctor en Filosofía por la Universidad de Valencia, acercó a los presentes de forma magistral al mundo de los retos del voluntariado en prisiones. Desde el 2004 forma parte de la pastoral penitenciaria de Valencia, con talleres en diferentes módulos del centro penitenciario de Picassent. En la actualidad desarrolla el taller "Cine y valores" en el módulo 7 de esa prisión.

  Con un lenguaje claro y directo fue rompiendo estereotipos y prejuicios sobre el complejo mundo de la cárcel. Puso a los asistentes ante la realidad de la "periferia" y les interrogó sobre el papel de los cristianos ante realidades duras y controvertidas. Este libro parte del convencimiento de que la prisión es un ámbito de exclusión en el que el dolor y el sufrimiento traspasa todas las vidas que pasan por esta experiencia. Su intención con dicha obra es acercar la realidad de este mundo a la gente de la calle que esté interesada en la figura histórica de la prisión. Es un intento de acercamiento de la realidad penitenciaria - tan desconocida- a la ciudadanía, a la sociedad civil, para dignificar y tener presentes a las personas que carecen de libertad, así como a todos aquellos que las cuestionan y vigilan.

  Todos los asistentes quedaron fascinados por el testimonio de fe de un cristiano convencido de su vocación y su compromiso firme con la misión entre los presos. Uno de tantos profetas de nuestro tiempo que con su labor callada hacen realidad el mismo Evangelio. "Estuve en la cárcel y vinisteis a verme...", todos los lunes, sin falta alguna, hace realidad el autor este mandato del mismo Cristo.

Un espacio de esperanzas rotas

  Una presentación que supo responder a su cometido: motivar para leer el libro. "Si entramos en una prisión, es porque no nos conformamos con ciertas estructuras y situaciones injustas. Apostamos por un estado de cosas diferentes, otra realidad, a través del amor, la justicia y la misericordia. La cárcel no es definitiva, no puede ser la última estación; hay más billetes, otros trayectos que recorrer y transitar. Humildad, comprensión, cordialidad, amor, perseverancia desde el realismo y el idealismo. La prisión no es un patio, es algo más, es un espacio de esperanzas rotas y truncadas que hay que volver a coser para vivir con dignidad y esperanza. El voluntariado responsable de prisiones puede aportar algo a este proyecto apasionante y extraordinario que significa volver a empezar". 

Fray Martín Alexis González, O.P.