Encender la vida es lo que quiere La Hora Encendida, el proyecto de Pastoral Juvenil y Vocacional del convento de San Esteban de Salamanca, y el pasado viernes 4 de diciembre los allí asistentes así lo vivimos.
Esta Hora Encendida de diciembre ha sido una propuesta alternativa y esperanzadora en el marco del Adviento. Para la preparación de la Navidad se nos ha mostrado un rostro alternativo al que la sociedad de consumo y bienestar nos impone, el rostro de los chicos de la casa escuela Santiago I, y con él se nos ha llenado la mente y el corazón de una sana esperanza en creer que cuando el amor, la compasión, los valores y la confianza llegan, las vidas cambian. Recordando que Jesús de Nazaret no nació entre los poderoso y adinerados de su tiempo, sino entre los humildes y desfavorecidos de su mundo, hemos tratado de mirar de otra manera, esperar de otra manera, y lo hemos hecho compartiendo y dando el protagonismo a los que nacen sin las mismas oportunidades que los acomodados de nuestra sociedad.
Con un formato como si de un programa nocturno de televisión se tratara, un Late Show, La Hora Encendida contó con el proyecto Santiago I, una Casa-Escuela vinculada a las Escuelas Pías, para jóvenes que por sus circunstancias sociales, culturales, familiares o escolares, necesitan de un lugar diferente con modelos educativos distintos para su desarrollo académico y personal.
Una magnífica entrevista con el subdirector de la Casa, dio paso a un espectáculo de percusión, otro de cetrería y otro de baile, preparados por los alumnos residentes en Santiago I, y tras esto, un diálogo, a modo de debate de sofá, con varios de los chicos de la casa.
Si el éxito de los proyectos se mide por la cantidad de vida, de ilusión y de esperanza que son capaces de transmitir -aquello que Jesús vino a traer: la salvación, el Reino y la vida-, esta Hora Encendida de diciembre, ha sido un rotundo éxito.
La próxima en enero, en torno a la fiesta de Santo Tomás de Aquino.
Vicente Niño Orti, OP
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