“¡Ay, Dios, qué vida, la de tener que beber vino sin alegría!”, escribe el poeta Victoriano Crémer. En el fondo, la alegría es la verdadera “denominación de origen” del mejor vino y lo que hace que contribuya a la dignificación de la vida en la fraternidad y la fiesta. Por eso señala el libro del Eclesiástico: “Deleite del corazón y regocijo del alma es el vino con medida y en su momento apropiado”.

  El coro La Trova, dirigido por María José Álvarez Borondo, interpretó una serie de piezas corales, sacras y profanas, que repasaron la alegría del vino y su rica simbología. Piezas del gregoriano medieval, Palestrina, Scarlatti, Haydn y Desderi, junto a los Carmina Burana, Juan Ponce, Haendel, Schubert y Klimek; para concluir con el brindis “Vitrum nostrum gloriosum” del siglo XVI. La música estuvo acompaña de la lectura de los Romances del vino, escritos por la misma directora del coro.

  Con esta sesión de Música y Alegría, que tuvo lugar el viernes 15 de junio de 2018 en la iglesia del Cristo del Olivar en Madrid, concluye el ciclo de Música y Mística organizado este año 2018 en el oratorio de los dominicos. ¡Con música se vive más y se reza más!

Coro La Trova en la parroquia Santo Cristo del Olivar