D. José Ramos Domingo disertó sobre nuevas formas o soportes expresivos para una nueva evangelización dentro del marco de la liturgia como cauce y medio de transmisión de la fe. El esquema adoptado fue claro y sencillo: analizar el presente a partir de la herencia recibida para buscar nuevas propuestas y alternativas evangelizadoras.

La exposición giró en torno a tres puntos neurálgicos: la palabra, la música y la imagen.

1º) Frente a la inflación verbal de la palabrería que atrofia el lenguaje y no deja espacios para el silencio “elocuente y comunicativo”, reivindicó el cuidado estético y expresivo de la palabra apoyándose en la pedagogía del lenguaje metafórico y parabólico de Jesús.

2º) Frente a torpes y a veces inapropiadas adaptaciones musicales de un malentendido aggiornamento, reclamó una pedagogía de la fe acorde con el lenguaje contemporáneo de expertos musicales al servicio del texto bíblico, sin caer por ello en excesivos virtuosismos ni en falsas añoranzas restauracionistas.

3º) Frente a la falsa fidelidad a la tradición de una iconografía modelada por el canon de la imitación y carente de nervio, propuso la incorporación de nuevas formas estéticas (¡aunque no todo vale!) que recreen el patrimonio histórico en diálogo permanente con las actuales categorías artísticas.

Cerró la sesión un extenso y vivo diálogo entre opiniones y posturas no siempre convergentes. En todo caso, las intervenciones pusieron de manifiesto la necesidad de una reflexión serena sobre la presencia del arte en las celebraciones cristianas.