Ordenación de tres “voceros” de Dios en Valladolid
14 de diciembre de 2020Las ordenaciones –presbiterales, diaconales-, escasean en estos días nuestros. Por eso, al anunciar en nuestra iglesia de S. Pablo la ordenación de tres diáconos, la curiosidad y la sorpresa pusieron un punto de expectativa en los que asisten a nuestra iglesia habitualmente. Hacía tiempo que un acontecimiento así no tenía lugar en San Pablo. El templo no se llenó; no podía llenarse por las medidas impuestas por el gobierno, pero un grupo de ciento cuarenta personas, se hicieron presentes en la celebración. La presidía el Cardenal de Valladolid, Don Ricardo Blázquez.
El acto tuvo lugar el día 13 del presente mes. A las cinco y media se inició la ceremonia. Abría la procesión el diácono permanente y secretario del Cardenal, que portaba solemnemente el evangeliario y era seguido por los frailes del convento de S. Pablo. En último término, el Cardenal, acompañado del prior del convento, fr. Carmelo Preciado con los tres ordenandos: fr. Salvador Becoba, fr. Jesús Nguema y fr. Néstor Morales.
La ceremonia discurrió con sencillez; también con buen gusto. El acompañamiento de fr. Sixto, al órgano, dio al acto un mayor aire de solemnidad. En su homilía, Don Ricardo, con un tono cercano, - “queridos amigos” fue una expresión repetida a lo largo de su homilía- comenzó expresando su agradecimiento a la Orden por los tres jóvenes ordenandos. Ese agradecimiento se extendió a algún personaje histórico, como el padre Báñez, que facilitó a Santa Teresa el camino librándola de malas interpretaciones. Su agradecimiento se extendió a la figura de fr. José Luis Gago, cuyo proceso de beatificación ya está iniciado.
A los diáconos toca hacer llegar la Palabra de Dios a los demás y hacerlo con coherencia de vida
A continuación, concretó su reflexión acerca de lo que el diaconado supone en la iglesia. Apoyándose en las lecturas del día destacó la labor diaconal como servicio, siendo “voceros” de Dios, como lo fue Juan Bautista, sin olvidar que la Palabra es Jesús. A los diáconos toca hacerla llegar a los demás y hacerlo con coherencia de vida y con preparación para que la Palabra llegue a todos.
Al final de la ceremonia, el Prior leyó un saludo del Prior Provincial, ante la imposibilidad de hacerse presente en el acto. A continuación, fr. Néstor Morales, agradeció a Don Ricardo su presencia; lo mismo hizo con todos los asistentes. Reconoció todo lo bueno recibido en las distintas comunidades por donde han pasado a lo largo de sus años de formación, agradeciendo especialmente a la comunidad de San Pablo por haberlos acogido durante estos meses previos a la ordenación. Un saludo especial fue dirigido a sus familias que, desde Guinea Ecuatorial y desde Cuba, pudieron vivir esos momentos con especial interés.
Una “Salve dominicana” y el “O lumen”, expresión de confianza y alegría, pusieron punto final a la ceremonia. Tras la celebración muchos de los asistentes manifestaron su alegría al haber asistido a un acto que, para ellos, era totalmente desconocido.