«El ministro debe, ante todo, estar atento al mensaje de Dios para su propia vida»
15 de abril de 2024El pasado viernes 12 de abril tres de nuestros hermanos estudiantes de la Comunidad del Real Convento de Predicadores recibieron el sacramento del orden diaconal en la Basílica San Vicente Ferrer de la ciudad de Valencia. Se trata de Fr. Arj Noman y Fr. Akash (de la Viceprovincia Ibn-e-Mariam de Pakistán) y Fr. Esteban Nko Sipi (de Guinea Ecuatorial, perteneciente a la Provincia de Hispania).
La ceremonia fue presidida por el arzobispo de Valencia, Mons. Enrique Benavent, y contó con la presencia del prior provincial de los dominicos, Fr. Jesús Díaz Sariego. Además de familiares y amigos de los nuevos diáconos, asistieron a la ordenación representantes de varias comunidades de la Familia Dominicana y de otras congregaciones religiosas. Fueron acompañados también por miembros y compañeros de la Facultad de Teología San Vicente Ferrer, donde actualmente cursan sus estudios de Teología.
Durante la ceremonia, el obispo impuso las manos sobre los ordenandos y pronunció la oración consecratoria. El diaconado implica una configuración particular con Cristo como servidor. Mediante la ordenación, los diáconos quedan incorporados al clero, y confiriéndoles el poder y la gracia para ejercer dicho ministerio dentro de la comunidad cristiana. En el caso de nuestros hermanos, el diaconado es una etapa en su camino hacia el sacerdocio. Desde este ministerio que han recibido, los diáconos colaboran activamente en sus comunidades, comprometiéndose a asistir al obispo y los presbíteros en el culto y realizando tareas pastorales y caritativas específicas. Algunas de las funciones concretas del diácono incluyen la predicación, la asistencia a los necesitados, y la administración del sacramento del bautismo, entre otras. Como parte de su oración incesante, los diáconos se comprometen a interceder por las necesidades de la comunidad de fieles participando diariamente en el rezo de la Liturgia de las horas.
Durante su homilía, Mons. Benavent animó a los nuevos diáconos a la perseverancia en el ministerio desde la vivencia de fe. Hizo mención de la alegría del anuncio evangélico por la que se recuerda a nuestro Padre Domingo en el Oficio de Lecturas propio de su fiesta. Aprovechó el momento para recordarles que el ministro debe, ante todo, estar atento al mensaje de Dios para su propia vida; la palabra de Dios primero debe anidar en su corazón para que pueda dar fruto desde su servicio ministerial.
Con unas emotivas palabras de agradecimiento, cada uno de los nuevos diáconos expresó su gratitud por la presencia de sus familiares, amigos y demás allegados. Antes de la despedida y la bendición final, el Prior Provincial exhortó a los nuevos ordenados a tener siempre en cuenta a los más necesitados en su apostolado. Después de la ceremonia, se celebró un ágape en el patio del Colegio San Vicente Ferrer, adjunto a la Basílica.
Para cada uno de nuestros hermanos como para toda la comunidad cristiana, este es un momento de mucho significado, pues marca su compromiso como colaboradores con la misión de la Orden, siempre al servicio de la evangelización dentro de la Iglesia. ¡Que el Señor les colme de bendiciones en su nuevo ministerio!
Fr. César de Camps Peña