La basílica de San Vicente Ferrer de Valencia celebra la ordenación diaconal de Fr. Antonio Rafael Medialdea
24 de diciembre de 2019El húmedo frío del otoño valenciano dio marcha atrás el pasado sábado 21 de diciembre. Justo el día en que, con mucho regocijo, la comunidad congregada en la basílica de San Vicente Ferrer celebraba la ordenación diaconal de Fr. Antonio Rafael Medialdea (Fr. Toño), el clima tomó la calidez primaveral y el viento soplaba con la fuerza de un pequeño huracán tropical. No pocos recordaron el símbolo del Espíritu como viento que sopla libremente. Quizás todo fue una coincidencia, pero así fue el feliz ambiente en que el dominico recibía el sacramento en manos de monseñor Juan José Larrañeta.
A las ocho todo estaba dispuesto para iniciar la celebración de la misa. Además de la comunidad del Real Convento de Predicadores, estuvieron presentes el prior provincial, Fr. Jesús Díaz Sariego; frailes de otras comunidades; familiares; amistades; miembros de la Familia Dominicana, y jóvenes de otros grupos pastorales. En un ambiente de mucha solemnidad, avanzó la celebración, que duró poco más de una hora. En su homilía, monseñor Larrañeta subrayó la importancia de la diaconía en la Iglesia e invitó a fray Antonio a vivir fielmente el ministerio que Dios le ha encomendado.
¡Dios continúa manifestándose y acompañando a su Iglesia!
Después de la homilía, llegó el momento tan esperado: Antonio Rafael fue ordenado diácono. Las oraciones, el canto de las letanías con la postración, la imposición de manos, la vestición de la dalmática, la entrega del evangeliario y la fraternidad marcaron este momento tan especial. Los cantos entonados por los frailes del coro posibilitaron interiorizar el misterio que se hacía presente ante la comunidad. ¡Dios continúa manifestándose y acompañando a su Iglesia! En el marco del Adviento, esta es una maravillosa noticia.
Al final de la misa el nuevo diácono dirigió unas palabras de agradecimiento a los presentes y a todos los que le han acompañado hasta este nuevo paso. Hizo especial mención de su condición de siervo, pues la gracia de Dios siempre es un desborde de misericordia en la vida de sus hijos. También intervino brevemente el prior provincial, que a su vez resaltó el júbilo proveniente de esta celebración y el entusiasmo por el inicio de esta nueva etapa en la vida de fray Toño. Finalmente, después de la misa, los frailes, familiares y algunas amistades se reunieron en un ágape para celebrar el maravilloso don de Dios. Fue un momento de fraternidad y alegría: Dios no cesa de darnos motivos para esperar gozosamente su pronta manifestación en la Navidad.