Llamado para sentir la pasión de la Palabra de Dios y entregarla a los demás
7 de diciembre de 2015El domingo 6 de diciembre Monseñor Fr. Juan José Larrañeta, obispo dimisionario de Puerto Maldonado, presidió la celebración de la ordenación presbiteral del dominico Fr. Ángel Luis Fariña. El escenario elegido fue la iglesia de San Jacinto, en el sevillano barrio de Triana.
Familiares, amigos y numerosos miembros de la familia dominicana, venidos desde diferentes puntos de España y hasta de Holanda, acompañaron al fraile canario en este significativo día en su vida de entrega y servicio a Dios desde la Orden de Predicadores.
Monseñor Larrañeta destacó la importante misión pastoral que Fr. Ángel viene desempeñando ya desde su ordenación diaconal. Señaló que es el último dominico en ordenarse sacerdote en la todavía existente provincia Bética, y el primero en hacerlo en la naciente provincia de Hispania.
Para el nuevo sacerdote esta gracia que Dios le regala llega en un momento apasionante, por el que dio las gracias. Apasionante porque por un lado en este momento el Papa Francisco nos inyecta una buena dosis de vitalidad, de esperanza, de ánimo y de confianza, pronunciando sin ningún miedo la palabra reforma. Todo ello inmerso en un año santo llamado a la Misericordia. Pero el momento actual también es apasionante porque la Orden de Predicadores celebra con júbilo los 800 años de su fundación. Además de todo ello, nos encontramos ante el inminente nacimiento de la Provincia Hispania, con nuevos retos e ilusiones.
Para despedir la ceremonia Fr. Ángel dio gracias a Dios, por sentirse llamado “para sentir la pasión de la Palabra de Dios y entregarla a los demás”.
Y solo un día después, en el monasterio Santa María la Real de Bormujos (Sevilla) el nuevo sacerdote celebraba su primera misa. El escenario fue elegido por ser el hogar de las monjas dominicas que en su etapa de estudiante le acogieron y le hicieron sentir como en casa.
Una vez más, acompañados por familiares, amigos y familia dominicana, la celebración tuvo lugar de una manera sencilla pero no falta de emoción. Fr. Vicente Niño fue quien predicó en la homilía. Tuvo unas palabras fraternas de ánimo para Fr. Ángel y recordó la figura del ya fallecido Fr. Jesús Mendoza O.P., tan querido por el nuevo presbítero.
Tras finalizar la Eucaristía las monjas dominicas invitaron a los asistentes a compartir un tentempié en el monasterio. La alegría entre los presentes se transformó en un bonito momento compartido de cánticos y bailes que fueron el colofón a la celebración de la ordenación del dominico, canario y teólogo pastoral Fray Ángel Fariña.