El ordenante fue el Cardenal Lluís Martínez i Sistach. Entre los concelebrantes estaba fray Esteban Pérez Delgado, Prior Provincial de Aragón.

En una ceremonia cuidada y densa, en el impresionante marco de la Sagrada Familia, el Sr. Cardenal en su homilía señaló la condición de servicio que supone el ministerio del sacerdocio y el sentido profundo del amor que significa éste. La condición de pastores y la clave de la elección sólo son entendibles desde su dimensión eucarística y desde la generosidad de responder al amor con amor. En el marco de la nueva evangelización que la iglesia necesita ahora, según el cardenal, resultan esencial el papel de evangelizadores que los presbíteros han de tener y el papel tan importante de la familia como iglesia doméstica y como lugar privilegiado para descubrir la vocación de seguimiento.

Acompañados de familiares, amigos, miembros de la Familia Dominicana y de un nutrido grupo de frailes de todas las entidades de la JIP, que se habían desplazado desde diferentes lugares de la Península Ibérica, los nuevos presbíteros compartieron con los hermanos, amigos y familiares un pequeño àgape, después de la ceremonia, en el Colegio de Ntra. Sra. Del Rosario de las Dominicas de la Enseñanza en la calle Mallorca.