El hilo conductor de toda la vigilia fue la conmemoración de los quinientos años de la llegada de nuestros hermanos dominicos a América. Tuvimos una bella liturgia, preparada por los jóvenes de la parroquia, rica en símbolos, los cuales nos invitaron a recordar aquellas palabras y gestos de la primera comunidad de Montesinos expresada como trabajo en favor de la justicia, de respeto a la dignidad y a los derechos de los más desfavorecidos. La celebración nos hizo ver -y esto siempre es bueno tenerlo presente- que formamos parte de esa gran tradición de predicación que se ha hecho eco y voz de los que más sufren, y todo esto en víspera de Pentecostés. También, el testimonio de dos personas que trabajan con los más necesitados, nos recordaron que el Espíritu sigue vivo, suscitando y recreando nuevas iniciativas en favor de los excluidos. ¡La historia de la primera comunidad de dominicos, continúa! Nuestros agradecimientos a la comunidad de Dominicos de Atocha, al grupo de jóvenes que preparó la celebración, a la parroquia que nos acogió y a todos los hermanos y hermanas, laicos y religiosos, con los cuales compartimos en esa noche de Pentecostés el principal don del Espíritu, la fraternidad.

 

El próximo encuentro en Familia, dentro de esa estela de solidaridad que representa nuestro trabajo pastoral, será el sábado 29 de mayo, 18:00 h., Festival en favor de Haití, colegio S. María de Yermo, Madrid. ¡Allí nos vemos!

Equipo PJV

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