El jueves 22 de septiembre en la eucaristía de las 20h tuvo lugar la celebración de inicio del prenoviciado para los seis jóvenes que desde primeros de septiembre están realizando su discernimiento en el convento Santo Tomás de Aquino-El Olivar de Madrid.

  Al finalizar la eucaristía el director del prenoviciado y los cuatro frailes de la comunidad dieron la bienvenida a los prenovicios con una sencilla ceremonia de bendición y entrega de un signo que les recuerda la acogida, la confianza depositada en ellos y su responsabilidad en el proceso formativo que será acompañado por la comunidad.

  Estos son los seis prenovicios de este curso:

 

Diego (38 años. Tenerife)

Hace 14 que soy sacerdote de Tenerife y mi inquietud a la vida religiosa surgió cuando menos lo esperaba. Fruto de una llamada dentro de la llamada que sentía Dios me dirigía, pero fue al tener que acompañar a un joven que estaba discerniendo su vocación como conocí realmente la Orden. Fue el testimonio, de alegría, fraternidad y libertad lo que más me cuestionó. Soy licenciado en teología moral y como aficiones me considero un melómano. Me apasionan también la historia y la literatura.

 

Florent OKE (32 años. Benin)

Vengo de Sagunto/Valencia. Soy graduado en filosofía y acabando el grado en Teología. Mi admisión en prenoviciado es fruto de las mediaciones, por un lado, de las hermanas dominicas de la Anunciata de Sagunto y, por otro lado, de los frailes dominicos de la facultad de Teología san Vicente Ferrer de Valencia, que puso el Señor en mi camino de búsqueda.

 

Federico (31 años. Jerez de la Frontera, Cádiz)

Soy filólogo hispánico. He ejercido la docencia en la educación universitaria y, posteriormente, en la secundaria. Junto a la vocación docente, siempre he sentido una inquietud por la vida religiosa. Conocí a la Orden por designios del Señor.  Soy aficionado al arte; me gustan mucho las manualidades y la artesanía, así como la música clásica (especialmente, la lírica).

 

Jorge (23 años. San Cristóbal de La Laguna, Tenerife) 

“Conocí a los dominicos en mi tierra gracias a una promesa que le hice a la Virgen; a partir de esa sencilla toma de contacto, Dios me sorprende y me ofrece el inmerecido regalo de la vocación, que recibo con mucha alegría y espero corresponder con mi entrega totalmente generosa”

 

Alejandro Pérez Castellanos (23 años. Valencia)

La comunidad de la Basílica de Sant Vicent Ferrer me dio la oportunidad de conocer a la Orden de Predicadores gracias a algunos estudiantes y padres dominicos que me acogieron y me mostraron con el mejor argumento que hay, la coherencia vital, los pilares en los que se basan (orar, bendecir, estudiar y predicar). Además, me dio la oportunidad de conocer laicos de la comunidad con espiritualidad dominica.

 

Liberato Bee (22 años. Guinea Ecuatorial)

Conocí a la orden de los predicadores en mi país, mientras hacía el bachillerato conocí al primer dominico guineano, quien me inspiró gracias a su manera de predicar. Me acerqué a los dominicos y poco a poco fue gustándome la vida de los frailes gracias a la vocación que ya tenía. Tengo el deseo de formarme y formar parte de esta gran institución.