El tema central de este año es “Arte y espiritualidad, mundos de seducción”. Dos mundos, el artístico y el espiritual, tan seductores como desconcertantes, que emergen e irrumpen con fuerza en sectores cada vez más amplios de la cultura moderna.

La primera conferencia corrió a cargo del Prof. de Estética y Teodicea de la Universidad de Valladolid, Sixto J. Castro, OP: “De cómo dos hermanas se separaron”. Con su habitual estilo sugerente y ameno, trató sobre la espiritualidad tal como se encarna en esas dos grandes hermanas, partes de lo que Hegel llamó el espíritu absoluto, que son arte y religión, para terminar con un participativo y sabroso diálogo que fue de gran interés para todos los presentes.

Su tesis principal fue que con la génesis de la estética como disciplina filosófica y del moderno sistema de las artes, cosas que acontecen en el siglo XVIII, el arte comienza a sustituir a la religión –reducida en muchos casos a un conjunto de creencias desgajadas de una forma de vida– hasta dar lugar a lo que se ha llamado religión del arte. El Arte (ahora ya con mayúsculas) da cumplimiento a ciertos anhelos humanos que hasta ahora eran patrimonio, por así decir, de la religión. No obstante, la estructura contemporánea del arte (instituciones, teoría, funciones) traduce casi punto por punto elementos religiosos. Contemporáneamente se ha roto esa separación de esferas (algo es o bien arte o bien religión), con el consiguiente enriquecimiento que eso supone para la espiritualidad.