La celebración fue presidida por el prior provincial, y participaron todos los frailes de la nueva comunidad de San Pablo y San Gregorio, junto con el maestro de novicios, el submaestro, y un buen número de frailes venidos de las comunidades de San Esteban, El Olivar, Beato Manés y La Virgen del Camino, entre otras.

Acompañaron a fr. Moisés sus padres, sus abuelas y algunos familiares y amigos; también se unieron a la celebración y a la convivencia posterior una buena representación de la Familia Dominicana de Valladolid. Para todos fue una liturgia digna, solemne y entrañable a la vez. Y emotiva para todos, especialmente para su principal protagonista.