• Fray Bernardo Sastre Zamora realiza la profesión solemne en la Orden de Predicadores

  El sábado 10 de septiembre a mediodía, la iglesia conventual de San Pablo de Valladolid acogía la admisión definitiva en la orden de los frailes predicadores y la entrega total a Dios del vallisoletano Fr. Bernardo Sastre Zamora. La profesión solemne estuvo presidida por el prior provincial de la Provincia de Hispania, Fr. Jesús Díaz Sariego.

  Multitud de frailes llegados de diferentes puntos de España e Italia, familiares, amigos y miembros de la Familia Dominicana de España acompañaron presencialmente a Fr. Bernardo en este día señalado. Mucha otra gente pudo unirse a la ceremonia gracias a realización en directo a través del canal de YouTube de Dominicos España.

  El Prior Provincial, en su homilía, señaló que Fr. Bernardo iba a prometer ‘obediencia hasta la muerte’ en la Orden de Predicadores, “una forma de manifestar que no quiere caminar solo en la vida, ni madurar como persona por sí mismo, ni emprender los años de la vida que aún le quedan sin la gracia de Dios y el soporte de los demás, especialmente de sus hermanos en la Orden”.

 

  Fr. Jesús continuó explicando que ‘hasta la muerte’ conlleva una apuesta, una voluntad decidida, un dejarse ‘atrapar’ por algo que es más fuerte que nosotros mismos. Explicó también que la obediencia, ejercida y vivida con madurez, es el acto de libertad más grande que un ser humano puede alcanzar, “nos humaniza y nos hace mejores. Procura ‘dar más importancia a los otros que a uno mismo’. Genera la sana interdependencia, aquella que nos ofrece un cuidado sin sometimiento. Nos recuerda que la propia vida está enraizada en la vida de los demás”.

  Finalizando la homilía, el Provincial dirigió unas palabras a Fr. Bernardo: “tu profesión religiosa ‘hasta la muerte’ no es para ti solo, ni Dios es tan celoso que te quiere solo para Él. Tu profesión conlleva el compromiso con los demás, especialmente con aquellos con los que vas a compartir de forma más estrecha tu vida. En tu profesión toda la Orden de Predicadores está presente. También entrecruzas tus manos con las nuestras para formar parte ‘hasta la muerte’ del carisma de santo Domingo”.

 

  La ceremonia concluyó con unas palabras de agradecimiento de Fr. Bernardo. Agradeció la compañía a todos los presentes, los que pudieron asistir a Valladolid y aquellos que siguieron la ceremonia a través de las redes sociales; a su familia; amigos; hermanos y hermanas en Santo Domingo; sus formadores; Prior Provincial; otras comunidades fraternas; profesores y compañeros de facultad; grupos de pastoral, de jóvenes; a sus compañeros del convento de Santa Maria sopra Minerva; profesores y alumnos del Angelicum, y los jóvenes de la parroquia de Santa Maria del Rosario, en Prati. 

  Sastre añadió que la gratitud es la memoria del corazón: “quiero vivir agradecido por todo lo recibido durante estos seis años de descubrimiento vocacional, de inmersión en la Orden de Predicadores, con sus cuatro pilares: oración, comunión fraterna, estudio y predicación. Por mi parte, quiero seguir confiando en los hermanos, en el prójimo y en la verdad sanadora de Dios, que se vuelve tanto más potente cuanto más humildes seamos en la vida. Como decía Bernardo de Chartres, filósofo y teólogo del siglo XII: Somos como enanos a hombros de gigantes. Podemos ver más, y más lejos que ellos, no por la agudeza de nuestra vista ni por la altura de nuestro cuerpo, sino porque somos levantados por su gran altura. Esta frase fue más tarde atribuida al gran Isaac Newton. La humildad, esa lección tan importante siempre que da que aprender”.