El acto solemne de apertura de puerta santa se realiza en cada templo jubilar, tras el inicio del Año Santo que tuvo lugar el pasado 9 de abril en la Catedral de Valencia, presidido por el cardenal Antonio Cañizares. Así, el 20 de junio la Casa Natalicia de San Vicente Ferrer celebró este momento con gran simbolismo espiritual con la participación del Capítulo de Caballeros Jurados -que tienen allí su sede-, la Junta Central Vicentina, las Damas de San Vicente, la Honorable Clavariesa Mª Jesús Moll, representantes de los altares vicentinos y numerosos feligreses.

  El edificio de la iglesia del conocido como  ‘El Pouet de San Vicent’ está situado al final de la calle de Mar, alberga junto con la capilla principal la casa donde nació el Santo Patrón, la Capilla del Nacimiento -con una reliquia de Santo Vicente, propiedad de los Caballeros Jurados- y el histórico pozo.

  El acto comenzó con una procesión iniciada por los Caballeros Jurados, con la cruz procesional y velas, por la callle del Pouet hasta la entrada principal de la iglesia. Allí, el obispo auxiliar Javier Salinas, acompañado por el dominico Fr. José Manuel Alcácer (superior de la Casa Natalicia) y el consiliario de los Caballeros Jurados, P. José Castillo, inició el rito golpeando la puerta con un martillo de madera y a su invocación sucedió la apertura de la Puerta Santa del templo jubilar.

  La celebración, con la iglesia llena de personas devotas, fue muy emotiva, con la reliquia del Santo sobre el altar. La homilía del obispo Salinas mostró su “deseo de que quien visite este templo jubilar se contagie de las raíces cristianas y de la fe de este valenciano que llegó a ser santo dejando que en él actuara el Espíritu, siendo un testigo fiel de Jesucristo”.

  Al finalizar la eucaristía se hizo lectura, por el secretario del Capítulo de Caballeros Jurados de San Vicente Ferrer, Esteban González,  del decreto del Año Santo Jubilar emitido por la Penitenciaría Apóstólica de la Santa Sede y que estará vigente hasta el 29 de abril de 2019.

  Todos los presentes pudieron besar la reliquia de San Vicente Ferrer en una celebración que ya es historia vicentina del ‘Pouet de Sant Vicent’.

Fotografías: Manolo Guallart