Quinta sesión de las Conversaciones de San Esteban
2 de diciembre de 2009A pesar de las adversidades climatológicas, una vez más se llenó la Sala del Capítulo Nuevo para escuchar al escritor y periodista Pedro Miguel Lamet, SJ, de autoridad contrastada en el complejo mundo de la comunicación. Ante el interés que despertó su intervención, a pesar de prorrogar excepcionalmente la sesión, hubo que cortar por fin el diálogo.
Hemos de ser conscientes –comenzó diciendo- del poder casi totalitario que ejercen hoy en día los MCS mediante la estrategia de la telaraña. La Iglesia española, que no supo dar el salto a la democracia en la información religiosa, carece actualmente de auténticos profesionales en este campo. Su presencia en la prensa, radio, cine, TV y nuevas tecnologías ha perdido credibilidad y relevancia.
Haciéndose eco de experiencias y conflictos personales en su trabajo profesional, y con tres ejemplos bien concretos, el conferenciante mostró seguidamente cómo la Iglesia ha ido perdiendo libertad de información durante el pontificado de Juan Pablo II. Al día de hoy, su imagen en los MCS ha quedado muy desvirtuada y deja bastante que desear. Ahora bien, no se solucionan los problemas ocultando información ni siendo la mera voz de su amo.
“Comunicar es amar”, concluía. El comunicador cristiano, además de ser una persona coherente que informa sobre la verdad sin acritud, aunque duela, ha de testimoniar en todo momento el rostro indulgente de Jesús. ¿No se echa en falta esta sensibilidad evangélica en algunos portavoces del actual episcopado español?