Fuera de la euforia de cabalgatas multitudinarias, cuando la ilusión del día 5 de enero ya se había calmado, tocaba la despedida. Se respondía de esta manera al interrogante que muchos se han planteado alguna que otra vez. Todos reciben a los Reyes Magos pero, ¿quién les da las gracias y les despide hasta el próximo año?

  En el templo conventual de los frailes de la Orden de Predicadores de El Vedat (Torrent, Valencia), en familia, se compartió ese momento único e íntimo. Después de la adoración al Niño del Belén del convento, los Reyes escucharon atentos el agradecimiento de una familia por el esfuerzo realizado. Las palabras de los padres y de uno de los hijos emocionaron a todos los presentes. Después fueron los propios Reyes quienes dedicaron unos minutos para despedirse de los niños y darles algún que otro consejo. Se realizó la bendición de los distintos juguetes, que los niños habían recibido como regalo. 

Los Reyes Magos se marcharon en vehículo oficial

  Entre aplausos y el cariño de los presentes los Reyes salieron por la puerta principal del templo donde les esperaba su vehículo oficial. El transporte se trataba nada más y nada menos que la furgoneta de los hogares de San Martín de Porres y Santa Rosa de Lima. No había mejor forma de despedir a Sus Majestades que sentados en el trono de los pobres y desamparados de nuestra sociedad.